Marta Galatas: restauración y diseño de mobiliario

En esta vida nada es producto de la casualidad. Todas las experiencias que cada persona recoge en sus diferentes facetas le ayudan en su siguiente apuesta. Algo así explica la existencia de Marta Galatas, el nombre de la empresa de su homónima, un negocio puesto en marcha en 2004 en Madrid. Marta,anticuaria y decoradora, ha pasado por una importante marca de moda y por una sala de subastas. Su interés por la decoración le llevó a estudiar Anticuariado, donde conoció a Beatriz Rincón, hoy su socia.

Juntas han puesto en marcha un concepto de mobiliario y restauración único. «Diseñamos nuestros muebles, los policromados y los vendemos. Nos inspiramos en todos los estilos, desde la Grecia Antigua, pasando por los estucos romanos, el arte del Renacimiento, el Barroco, Rococó, Neoclásico…», explica Marta. La técnica que utilizan es italiana y para la base usan madera de pino, una base similar al estuco para trabajar sobre la madera, pigmentos policromados para pintar los muebles y capas de ceras y barnices para usar tranquilamente la pieza en nuestro hogar. «Nuestros muebles hablan y decoran por sí mismos porque son una belleza, como una antigüedad».

Y aunque ambas reconocen que son totalmente distintas en todos los aspectos, se complementan a la perfección, algo que les enriquece en el trabajo y que consigue que los productos y el servicio de Marta Galatas transmita una sensación especial.

A pesar de que se basan en conceptos clásicos, Marta aclara su concepto: «los diseños de los muebles son modernos». Cada mueble es concebido «como una creación distinta en cuanto a la forma y el dibujo. Nos acoplamos a las demandas del cliente, intentando dar soluciones prácticas pero novedosas y, sobre todo, muy espectaculares y distintas a lo que hay».

Un camino con distintos obstáculos

No obstante, no todo ha sido un camino de rosas en estos dos años de recorrido y como es lógico las dificultades se presentaron. «Hemos encontrado muchos obstáculos – comenta Marta Galatas-. En primer lugar, era un mueble que no existía, distinto, muy decorado. Siempre que introduces algo nuevo tienes que abrir mercado, concienciar a la gente de que aparte de que lo admiren, lo compren y lo utilicen».

A esto se une el desconocimiento de la clientela sobre el mundo de las antigüedades, su poco aprecio por un trabajo bien hecho y que «se pueden mezclar técnicas, estilos y colores, ya que lo bonito es lo ecléctico». Por último, Marta destaca como dificultad que hay que «conseguir que confíen en tí» a la hora de diseñar los propios muebles, puesto que «muchas veces la gente se siente demasiado segura para diseñarse sus propios muebles».

Esto se une al interés de este concepto de diferenciarse de otros negocios del mercado. El comprador comienza como visitante, posteriormente pasa a cliente y termina confiando en la asesoría de Marta y Beatriz. Aún así, Marta Galatas intenta diferenciarse de sus posibles competidores. «Nos distinguimos en todo. En la mano del artista para empezar y en la personalidad del mueble, puesto que tienen la personalidad de quien los crea. Además, creo que combinamos creatividad con gran calidad. Cada diseño es distinto y adaptado a las necesidades de cada cliente».

Darse a conocer

Como comentaba Marta, una de las trabas del inicio del negocio ha sido darse a conocer, por este motivo, «la publicidad y las campañas han sido determinantes para nuestra empresa», comenta la emprendedora. «Hay que potenciar la marca, innovar, darse a conocer y estar siempre presente en el mercado». No es casualidad este interés por la publicidad, puesto que su aparición en distintos medios es lo que le ha proporcionado gran parte de sus clientes. «Vendes un producto, pero también vendes ilusión, glamour, una forma de vivir diferente».

A través de estas distintas campañas, han conseguido una clientela muy diferente. «Nos dirigimos a todo el mundo que disfrute de la vida y que no se conforme. Que quiera algo distinto». Por eso entre su cartera de clientes ya están abogados, arquitectos, decoradores, empresarios y así un largo etcétera. Algo que ha ha hecho que estas emprendedoras vean con optimismo el futuro. «La acogida ha sido lenta pero segura».

Por eso su interés es ampliar sus servicios en la medida de sus posibilidades. «Nos gustaría abarcar otros sectores en el mercado, como hoteles de lujo, paradores… para eso a lo mejor deberíamos diversificar un poco y meternos en proyectos integrales de decoración, no sólo policromía y madera, sino otros materiales. Creo que hay un gran mercado por explotar».

© Laboris