Aurora Giménez es la impulsora de este negocio que lucha por dar a conocer el trabajo del vidrio en nuestro país. Su entusiasmo y su interés por el arte le han hecho recorrer distintos países para traer lo más relevante de la producción actual en este campo.

Según la Real Academia de la Lengua, arte es el acto mediante el cual el hombre imita o expresa lo material o lo invisible, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, y crea copiando o imaginando. Como vemos, aquí cabe un gran cúmulo de actividades, producciones y materiales.

Podemos decir que de esta opinión es Aurora Giménez, una emprendedora a la que su pasión por las diferentes artes le llevó a indagar en nuevos conceptos, como el vidrio serigrafiado. Y así nace Fides, una galería de arte donde se exponen y venden una gran variedad de artículos de vidrio serigrafiados realizados a mano por los artistas más importantes de este área a nivel mundial.

«Fides nace de viajes que realizamos por Europa en los que descubrimos a artistas del arte del vidrio que son monumentalistas y realmente fascinantes. A partir de ahí intentamos traerlo a nuestro país para introducir la cultura del vidrio en España que es inexistente», comenta Aurora Giménez, la emprendedora que hace hincapié en que en nuestro país hay un gran desconocimiento sobre este sector del arte. «Sólo se conoce la Real Fábrica de Vidrios y Cristales de la Granja y alguna más que hay en Barcelona. Pero como cultura y como un arte, en España no existe».

Por amor al arte

Aurora Giménez no tenía experiencia directa como empresaria cuando montó Fides, S.L. «He llevado una agencia de viajes, he sido funcionaria muchos años, secretaria de dirección, pero son campos absolutamente diferentes. Tienes que reciclarte», explica Aurora. Y en cuanto al producto en sí, sólo disponía de los conocimientos que le habían otorgado sus diferentes viajes de forma particular. «Creí que era algo tan hermoso y tan fascinante que le tenía que encantar a todo el mundo y que sería comprensible fácilmente, pero he visto que tiene más dificultad de la que parece». Por eso, primero empezó a trabajar como mayorista y luego como galería de arte. «Funcionando como empresa llevamos cinco años, pero la galería la hemos abierto hace tres meses», manifiesta.

Aún así, «se tiró a la piscina», como se dice habitualmente, y se enfrentó a la dificultad de emprender un negocio sin el apoyo de un plan de empresa y sin subvención de ningún tipo.

Esta inexperiencia y la particularidad del producto elegido para la puesta en marcha del negocio ha hecho que los problemas hayan sido numerosos. «Empezando por el trato con los artistas que ya es muy complejo, porque son personas muy especiales, haciéndoles comprender que es un concepto que en España no existe, que hay que introducirlo. Por otra parte los transportes, la importación es muy cara porque hablamos de vidrio y hay que transportarlo con muchos seguros. Y, después, la cuestión de la publicidad, de darte a conocer y llegar a un sitio donde la gente no sabe lo que es». Esta emprendedora reconoce que de momento, la publicidad ha sido la realizada por el escaparate, donde se aprecia parte de los productos de la galería, y por los artículos que les han realizado distintos medios de comunicación.

Público extranjero

Aurora reconoce que su idea es llegar al mayor número de clientes posibles, pero que de momento, sus compradores son fundamentalmente extranjeros. «Hasta ahora nuestro mayor público es norteamericano, francés, alemán, mexicano, argentino…» y prosigue «de nivel sociocultural bastante alto y las edades a partir de los 45 ó 50 años».

De ahí que la elección del local fuera enfocada a este tipo de clientela y su ubicación, en pleno centro de Madrid en una zona peatonal, fuera algo básico. «Nosotros sabíamos que los extranjeros conocían muy bien el producto y era una forma y un sitio donde la gente pasea mucho, para que también los españoles nos pudieran conocer». La calle Huertas les ha ofrecido justamente lo que estaban buscando, pero explica que esperan ampliar su rango de clientes. «También queremos estar al alcance de todos los españoles, que son quienes actualmente a mí me interesan. Hay piezas a la altura de todos los bolsillos».

Y no sólo le gustaría contar con clientela española, sino con artistas que trabajen en nuestro país. «Ir introduciendo nuevos artistas. Ser un espacio donde muestre todo lo que se está haciendo en el mundo del vidrio. Vamos a empezar por maestros importantes y luego me gustaría traer cosas de muchísimos artistas, siempre y cuando tenga el respaldo de mis clientes».

Un lujo para todos los bolsillos

A priori, las piezas que encontramos en Fides pueden resultarnos caras para nuestro presupuesto, pero Aurora explica que «hay piezas para todos los bolsillos». Entre su muestrario encontramos desde copas de 34 euros, hasta candelabros o ánforas que superan los 300.

Para convencer a los paseantes que se detengan ante el escaparate, Aurora combina las piezas más trabajadas con pequeños objetos como collares, anillos y piezas de joyería de Murano. «Nosotros tenemos acuerdos con los artistas porque ellos saben que esto es un mundo nuevo en España. Yo trabajo con ellos con precios muy bajos para poderlos introducir en España». Algo que le gustaría fomentar desde su negocio, pero para lo que necesita contar con más medios y clientela. «A mí lo que me gustaría es tener cosas realmente extraordinarias, que sí que las puedo conseguir y sí que las puedo traer, pero son niveles muy altos».

© Laboris