Buscar pareja es para algunas personas una tarea complicada por falta de tiempo, de amistades o simplemente por timidez. Muchas pueden ser las razones que llevan a un hombre o una mujer a recurrir a los servicios de lo que en otros tiempos se denominaba «agencia matrimonial».

Eva Sellés, Asunción Jiménez y Silvia Pérez son las propietarias de Alter Ego, un gabinete de relaciones que tiene como objetivo crear vínculos de amistad y de pareja estable. «Los clientes que acuden a Alter Ego son personas que quieren un compromiso, algo serio y huyen de otros medios más económicos que no ofrecen garantías», explica Silvia Pérez, psicóloga y una de las empresarias que dirige la firma. Esa seriedad es una de las cuestiones que más destacan desde Alter Ego al tratarse de un tema «personal y muy delicado».

La compañía se asentado en un mercado complicado después de unos comienzos difíciles y refleja su profesionalidad en detalles como garantizar que todos «lo candidatos y candidatas» que participan en los procesos son personas «legalmente libres» y que no tienen ninguna psicopatología grave porque «cuando se mezcla amor con dinero todo es complicado», apostilla Silvia.

El proceso

El proceso para relacionar a la persona se inicia con la firma de un contrato entre el gabinete y el cliente donde el candidato a encontrar pareja se compromete a abonar los importes concertados y la agencia a prestarle el servicio acordado durante la duración del acuerdo. Una vez formalizado el documento, el nuevo usuario rellena un cuestionario con sus datos personales, preferencias yexclusiones y completa un test psicológico. En base a esa información se inicia la selección. «Se le van presentando personas de acuerdo con las preferencias y lo que hemos visto en la entrevista personal», añaden desde Alter Ego. La propia agencia selecciona los candidatos con gustos e intereses similares, pide el permiso de las dos partes y, después de la confirmación, se facilitan los teléfonos para concertar la cita.

Desde la empresa se asegura que el grado de éxito (las personas que encuentran pareja) es muy elevado y se sitúa en un 70 por ciento. En cuanto al tiempo para que fructifique una relación, de media, se sitúa en unos seis meses aunque «la química hace mucho y todo puede suceder en el primer encuentro o seis meses después», aclaran las empresarias. Otro de los tópicos a desterrar es la edad de la clientela de las agencias al situarse más del 60 por ciento por debajo de los 50 años. En cuanto a sexos, casi existe paridad en los diferentes tramos de edad, destacándose las mujeres a partir de los 50 años. El perfil del cliente suele corresponderse con una persona de un nivel cultural medio o alto, dedicado a profesiones liberales, aunque también abundanempresarios y ejecutivos.

Los precios varían dependiendo de los servicios que, además de las presentaciones, pueden consistir en seguimientos personalizados y un área de psicología y sexología. Toda esta ayuda para encontrar a la media naranja cuesta entre 600 y 1.000 euros, pero todo depende de lo que requiera el cliente. «Siempre tratamos de hacer lo posible para que lo económico no sea un obstáculo», recalca Silvia Pérez.

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