La exposición a un exceso de ruido, el desgaste por la edad, la genética, la meningitis son sólo algunas de las causas que provocan pérdidas auditivas que no se recuperan pero sí que se pueden solucionar con un dispositivo técnico llamado audífono. Un problema que, en mayor o en menor medida, afecta a tres millones de personas en nuestro país, un 8,3 por ciento de la población y con especial virulencia a los mayores de 75 años. A pesar de los datos y de que España es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el segundo país más ruidoso del mundo detrás de Japón, la mitad de los españoles dice no haberse sometido nunca a una revisión auditiva.

Con el objetivo de ocupar este nicho de mercado, y con más de una década de experiencia en el sector de la audiología, los hermanos Sonia y Jesús Moreno Fernández, de 30 y 27 años, respectivamente, decidieron hace apenas tres meses crear su propio negocio para desarrollar una clínica multidisciplinar que, además de ofrecer servicio de audiología, propone otras prestaciones de utilidad para los pacientes como la logopedia, la psicología, la nutrición y los masajes.

Los dos hermanos decidieron arriesgar y optar por poner en un marcha una empresa innovadora en el mercado nacional en un local de 110 metros cuadrados ubicado en el centro de su ciudad natal, Torrejón de Ardoz.

De familia emprendedora, el primer paso fue ponerse en contacto con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para asegurar que su idea de aunar estos servicios sanitarios era factible legalmente pero, sin duda, donde recibieron más ayuda fue en el Departamento de Jóvenes Emprendedores del área de Mujer de Torrejón de Ardoz. «Allí nos dieron cita y nos informaron de todos los pasos a seguir, las subvenciones que podíamos solicitar y la sociedad que más se adaptaba a nuestra idea de negocio», recuerda Jesús. Ambos reconocen que el paso más difícil fue el de la financiación de su clínica, además de la tramitación de las licencias.

Revisiones gratuitas

Las revisiones auditivas en Sono Clinic son gratuitas y consisten en tres sencillas pruebas que se realizan en una cabina insonorizada que cuenta con la más alta tecnología. «Se realiza un examen vía aérea para detectar el posible daño en el odio medio e interno, una prueba vía ósea para averiguar el umbral de molestia del paciente y, por último, una logoaudimetría para conocer el entendimiento que tiene de las palabras, ya que hay muchos casos en los que la persona oye pero no entiende», explica su hermana Sonia.

A continuación, se da cuanta del diagnóstico y, en el caso de que fuera necesario un tratamiento, se le recomienda la mejor solución. Sonia y Jesús son expertos autoprotesistas y recomiendan los últimos modelos de audífonos en tecnología digital e inteligencia emocional.

Estos últimos son «unos miniprocesadores internos que reconocen el sonido ambiente, si están en un restaurante o en la calle, y amortiguan ese sonido», cuenta la cofundadora de Sono Clinic. Hay tres medidas de audífonos (el más pequeño mide tan sólo 2,3 milímetros) y se fabrican a la medida para que se adapte a las diferentes formas de los conductos auditivos internos. En diez días el paciente recibirá su audífono, que se compone de un auricular, un micrófono y un amplificador digital, y se le explicará la forma de ponérselo y quitárselo. El primer ajuste se realizará a través del ordenador y se deberá acudir a las revisiones de los 15 días (donde se le realizará una prueba de campo libre para comprobar la efectividad del aparato), de los tres meses y a la anual.

Complementos

Como complementos al audífono, el paciente podrá recurrir a otras ayudas auditivas que ofrecen en esta clínica como el despertador-vibrador, el teléfono adaptado o los auricular inalámbricos para ver la televisión. Es otro de los servicios que ofrecen estos dos hermanos son la revisión gratuita a domicilio a las personas discapacitadas que lo soliciten y, entre los nuevos productosencontramos, se encuentran «los tapones de baño a medida para las personas recién operadas de los oídos o con infecciones o los tapones anti-ruido, que atenúan 40 decibelios, para las personas que no puedan conciliar el sueño o que trabajan rodeados de un fuerte ruido externo», describe Sonia.

Otra de las novedades es la inclusión de una dietista y una técnica llamada inmunoanálisis alimentario, que consiste en la investigación, a través de un simple análisis de sangre y su contrate con 200 alimentos distintos en Estados Unidos, de los llamados «productos prohibidos» a los que cada organismo es intolerante y que provoca la ganancia de peso. «Yo lo probé hace un año y perdí 22 kilos, y ya no los he vuelto a recuperar», comenta Sonia. Una técnica que, «vistos los resultados, ha sido todo un éxito», especifica su hermano.

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