La frase «no le pagamos por pensar sino por trabajar» está más que obsoleta. Hoy imaginar, idear y crear se cotizan muy alto. Y según afirman Franc Ponti (foto) y Xavier Ferràs en su libro «Pasión por innovar», la innovación está al alcance de todos.

«Tener la creencia de que uno es creativo y de que la creatividad se puede desarrollar y mejorar es un elemento fundamental para la construcción de una personalidad creativa». Y es que «las creencias ejercen un poderosísimo influjo en nuestras vidas, incluso de forma inconsciente».

Así de contundentes se expresan, cuando hablan de innovación, Franc Ponti, profesor de EADA y consultor de empresas especializado en proyectos de innovación, y Xavier Ferràs, profesor de ESADE y director de Desarrollo Empresarial del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de la Generalitat de Catalunya.

Ponti y Ferràs son los autores del libro «Pasión por innovar», editado por Granica, en el que explican cómo desarrollar la creatividad y aplicarla tanto al puesto de trabajo como a la estrategia empresarial. No nos engañemos, admiten que los genes tienen mucho que ver en ello, pero opinan que existen otros aspectos que marcan aún más las capacidades creativas de las personas. Los autores complementan sus argumentos con una completa lista de ejemplos prácticos.

¿Qué necesitamos para ser creativos?

Ponti, autor de la primera parte del libro, describe quince competencias o habilidades fundamentales: la creencia de ser creativo; el autoconocimiento sobre las «inteligencias fuertes» que uno posee y las débiles; la introspección; una automotivación elevada; la curiosidad mental; la capacidad para combinar pensamiento lógico y pensamiento lateral; la combinación de intuición y razón; la habilidad para formular problemas adecuadamente y convertirlos en focos creativos; la búsqueda regular de ideas; una actitud transgresora; una actitud aventurera; el liderazgo creativo; el pensamiento ingenuo; conocimientos de métodos creativos, y conocimientos de procesos de innovación.

No se asusten, no es preciso poseer un alto grado de todas estas competencias o habilidades, pero sí al menos «una pizca» de ellas. Para salir de dudas, los autores incluyen en su libro un cuestionario de orientación sobre creatividad personal con la correspondiente interpretación de los resultados. Proponen además siete grandes estrategias de creatividad y explican cómo desarrollarlas e indican, asímismo, las claves del funcionamiento de los equipos de trabajo creativos, entre las que citan: el liderazgo compartido, la capacidad de negociación entre los miembros del grupo, el manejo de conflictos y la comprensión de las dinámicas de cómo funciona un equipo.

Llevar la innovación al día a día de la empresa

Xavier Ferràs, autor de la segunda parte del libro, traslada al día a día de la empresa la descripción de Ponti sobre cómo una persona y un equipo pueden ser creativos. Ferràs hace referencia entre otros, a aspectos tan prácticos y concretos como las ventajas fiscales de desarrollar nuevos proyectos; describe modelos de gestión de la innovación; plantea la necesidad de redefinir los procesos productivos, comerciales y de marketing y recuerda la importancia de la gestión del conocimiento.

Ferràs no olvida tampoco un tipo particular de innovación, que se ha convertido en piedra angular del desarrollo de la mayoría de empresas: la innovación tecnológica, imprescindible en cualquier organización, y razón de ser de muchas compañías. ¿Es la clave del futuro? Seguramente sí y son muchos los ejemplos que lo confirman.

Franc Ponti, profesor de EADA, experto en innovación

«La revolución de la creatividad la ha de iniciar uno mismo»

¿Cómo puede aplicarse la creatividad a la búsqueda de empleo? ¿No está ya todo inventado a la hora de redactar un CV, localizar ofertas y hacer entrevistas?

La expresión «ya está todo inventado» es precisamente una de las que más bloquea la creatividad. No todo está inventado y eso se pone de manifiesto cuando aparece alguien con algo nuevo y rompe un paradigma.

¿Cómo ser creativo al buscar empleo? Adaptando el mensaje del CV y el enfoque de las entrevistas a las circunstancias. A mayor estandarización, menor creatividad y menores posibilidades de encajar en una oferta. Has de hacer variaciones creativas de tu candidatura en función de la empresa que haga la oferta de empleo, la persona con la que te entrevistes, lo que se espere de ti en el puesto al que optas… A veces pensamos que para hacer un CV creativo tenemos que untarlo con mahonesa. No se trata de buscar ni la espectacularidad ni la provocación sino más bien la adaptación. Eso supone un esfuerzo, pero no olvidemos que para tener una idea creativa hay que trabajar mucho. A veces salirse de la norma puede causar rechazo, pero no creo que eso sea motivo para renunciar a la creatividad. Es cuestión de encontrar un punto intermedio.

«Tener conciencia de las capacidades personales permite orientar la creatividad (…) Sin embargo, no todo el mundo posee una idea clara de cuáles son». Es una frase de su libro. Al final todo pasa por conocerse a uno mismo, ¿no?

Hombre, es importante. La psicología positiva así lo afirma, dice que te conviene saber en qué eres realmente bueno. Cuándo uno descubre ese qué entonces puede destacar, pero en el sentido de hacer algo muy bien y de que se le valore por ello, no en el de hacerse famoso. Si uno no se conoce a fondo, va a tener más dificultades a la hora de descubrir la esfera en la que puede ser más creativo. Y todos, -a no ser que existan serios problemas cognitivos o el entorno sea especialmete hostil para el desarrollo personal-, podemos ser más o menos brillantes en alguna esfera. También es cierto que la sociedad economicista y competitiva no nos ayuda y que en ciertos trabajos es difícil expresar la creatividad y a las personas se las trata como piezas de un engranaje. Por eso, la revolución de la creatividad la ha de iniciar uno mismo.

¿La máxima «querer es poder» es válida si hablamos de creatividad?

Sí, y sería un error vincular la creatividad exclusivamente a la genética. No somos robots: los factores de voluntad, cambio, ilusión y aprendizaje son vitales a la hora de desarrollar la creatividad.

¿Qué les sugiere a quienes deseen iniciarse en «entrenar» sus capacidades creativas?

Les recomiendo que se tomen su tiempo, que averigüen en qué entorno se sienten mejor para buscar la creatividad: paseando, meditando, trabajando en equipo… Y que cambien de perspectiva, que se familiaricen con el pensamiento lateral acostumbrándose a buscar soluciones «provocativas» en el sentido de preguntarse por qué las cosas son como son y por qué no podrían ser de otra manera.

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