Muchos profesionales que desarrollan su actividad en oficinas sufren dolencias asociadas al uso de un mobiliario inadecuado, como dolores de espalda, tendinitis o el conocido síndrome de túnel carpiano.

La «gestión ergonómica» ayuda a evitarlas ycontribuye a incrementar el rendimiento laboral, ya que la adecuación del espacio a las necesidades de los empleados aumenta su motivación. Lo idóneo es tener en cuenta determinados principios ergonómicos relacionados con el mobiliario, la mayoría muy asequibles y fáciles de implementar.

El asiento, por ejemplo, ha de permitir inclinarse hacia delante o hacia atrás con facilidad y ser giratorio. Debe garantizar la sujeción de la zona lumbar, y su altura y el respaldo han de ser ajustables.

Los pies han de quedar planos en el suelo y si esto no es posible, se debe facilitar al trabajador un escabel para que los pueda apoyar.

La mesa también ha de ser ajustable para poder situar el tablero a una distancia de entre 65 cm y 76 cm del suelo, en función de la altura de cada trabajador. El objetivo es colocarla de forma que las muñecas puedan descansar sobre la mesa en línea recta con el antebrazo. Además, los bordes de ésta deben ser redondeados, ya que el contacto con ellos de las manos y los brazos es habitual.

Uno de los complementos que debería incluir la mesa es el atril. Si se sitúa junto al ordenador permite leer o transcribir documentossin tener que inclinar la cabeza repetidamente.

El monitor debe estar situado a un distancia de al menos 40 cm de la cabeza y la parte superior ha de quedar a la altura de los ojos. Conviene evitar los destellos sobre la pantalla utilizando luces indirectas y reducir los reflejos luminosos con estores o cortinas tupidas, pero que dejen pasar la luz.

En lo que respecta al ratón, no hay que forzar su arrastre. Al moverlo conviene utilizar no sólo la muñeca sino todo el brazo, aunque sin desplazarlo lejos del teclado.

Información elaborada por Montse Ramírez

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