La mitad de nuestro tiempo nos estamos comunicando sin palabras aunque muchas veces no seamos conscientes de ello.

Hemos dado más importancia a aprender hablar, a utilizar las palabras adecuadas y esto ha provocado que hayamos olvidado otro tipo de mensajes corporales que también son decisivos e incluso más claros que las propias palabras para el que sabe descifrarlos.

Nuestra apariencia y nuestros primeros gestos influyen en el subconsciente del entrevistador, y por eso es interesante aprender a manejar este lenguaje con el fin de tener una herramienta más para obtener los máximos resultados en nuestra entrevista de trabajo.

En ocasiones los candidatos depositan su bolsa u objetos personales sobre la mesa del entrevistador o cogen un bolígrafo sin pedir permiso. Con este tipo de comportamiento están invadiendo el espacio del seleccionador lo que provoca una amenaza en su territorio. Recuerda que tenemos una “burbuja” personal con una distancia mínima de seguridad.

Si alguien se acerca demasiado, puede provocar una actitud defensiva en el otro, esto lo debemos de tener en cuenta para aprender a situarnos en el espacio correcto. Lo mejor es colocar el bolso en el suelo o en las rodillas.

¿Qué dicen nuestras manos?

Las manos son muy importantes porque revelan nuestra personalidad más de lo que pensamos. En lo posible, no hay que moverlas con gestos muy elocuentes. Existen personas que transforman sus manos en objetos imaginarios que lanzan de forma inconsciente al que tienen en frente y eso provoca un sentimiento de agresión en el otro.

Si las manos se entrecruzan encima de la mesa indican una postura a la defensiva. Si nos las frotamos o jugamos con nuestros dedos son un reflejo de impaciencia. Si nos apoyamos la mano en la mejilla o en la cara, son síntomas claros de aburrimiento.

Una situación embarazosa que se suele dar con frecuencia es que nuestro nerviosismo se convierta en manos sudorosas. En esta situación, lo conveniente es dejar la mano con la que vayamos a saludar apoyada en el pantalón o en el bolsillo de la chaqueta hasta ese momento, porque por muy húmeda que este nuestra mano, ser sorprendido secándola causa un efecto mucho peor.

Cuando nos despidamos, el apretón debe ser dado con seguridad, firmeza y energía. ¡Mucho éxito en tu entrevista de trabajo!

© Laboris – Redacción de Lectiva 4-3-2013