Ante los actuales momentos de crisis económica en nuestro país hay que tomar las medidas necesarias. Mejorar la formación de nuestros empleados puede ser de gran utilidad para superar las dificultades de cualquier negocio. Ahora es el momento de buscar estos cursos gratuitos o casi. Se trata de una necesidad de las empresas: aprovechar al máximo su capital humano. Y qué mejor manera que aumentando su capacitación, lo que repercutirá en la calidad de su trabajo. Si esto se puede hacer sin necesidad de una gran inversión económica, no hay duda entonces de la gran oportunidad que tenemos delante.

¿Qué es la formación profesional para el empleo?

La Formación Profesional para el Empleo tiene por objeto impulsar y extender entre las empresas y los trabajadores ocupados y desempleados una formación que responda a sus necesidades y contribuya al desarrollo de una economía basada en el conocimiento.

Se intenta así favorecer la formación a lo largo de la vida de los trabajadores desempleados y ocupados, mejorando su capacitación profesional y desarrollo personal. También se quiere proporcionar a los trabajadores los conocimientos y las prácticas adecuados a las competencias profesionales requeridas en el mercado de trabajo y a las necesidades de las empresas. Todo ello contribuye sin duda a la mejora de la productividad y competitividad de las empresas.

Formación de demanda

Con el objetivo de cubrir las necesidades de formación de las empresas y trabajadores activos en relación con su actividad empresarial, surge la Formación subvencionada de demanda. Regulada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se basa en ofrecer a las empresas bonificaciones en su cotización a la Seguridad Social. Por esta razón, esta formación se conoce también con el nombre de formación bonificada.

Y es que cada año, a cada empresa española se le asigna un crédito para formación. Esta asignación se decide en función del número de trabajadores de la empresa y procede de los ingresos para formación que las empresas hacen a la Seguridad Social. Sin embargo, cada empresa es libre de aprovechar o no este crédito. Se trata de una oportunidad que en ocasiones se deja pasar.

Si una empresa quiere que sus trabajadores reciban esta formación, el coste de ésta lo podrá deducir luego de sus impuestos. El porcentaje que pueden deducirse será mayor cuanto menor sea el tamaño de la empresa llegando hasta el 100% para pymes de hasta 5 trabajadores. El resultado serán unos trabajadores más competitivos, mejor preparados para su puesto y, en definitiva, una mejora de la empresa. El Fondo Social Europeo participa en la cofinanciación de las iniciativas de formación mediante el Programa Operativo Plurirregional Adaptabilidad y Empleo.

Un curso para cada caso

La formación bajo demanda busca responder a las necesidades especificas de las empresas y trabajadores y está integrada por las acciones formativas en las empresas. Se trata de unos cursos ágiles que se adaptan al ritmo laboral, es decir, no interfieren en los horarios y obligaciones del trabajador. En muchos casos, por esta razón, se sirve de aplicaciones telemáticas para realizar todos los trámites y también se ofrecen cursos online. Suelen ser además cursos personalizados que permiten que la propia empresa participe en la organización de la formación en materia de contenidos, metodología y modalidades.

En definitiva, consiste en una formación ajustada a las necesidades del mercado laboral para potenciar la competitividad de las empresas y favorecer el desarrollo personal de los trabajadores.

© Laboris – Redacción de Lectiva 5-10-2009