Los universitarios españoles no dan la nota media. Al menos, según el estudio ‘La universidad española en cifras 2008’, elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que señala que sólo aprueban el 49 por ciento de los créditos de cada curso. «El comportamiento académico de los estudiantes no estaba suficientemente señalado (créditos matriculados, evaluados y aprobados) en anteriores informes», afirma el director de la CRUE, Ángel Gabilondo. Y no hay que olvidar que dichos datos son «interesantes» para la rendición de cuentas de las universidades y para «debates» sobre la permanencia de los estudiantes en el sistema.

Las carreras tienen una media de 75 créditos por curso, de los que la media de alumnos aprueba sólo 36,8. No obstante, si nos fijamos en el número de créditos matriculados (59,5) y aprobados ese mismo año (36,8), el «éxito» es superior, alcanzando el 60,4 por ciento.

Según ha señalado el director del informe de la CRUE, Juan Hernández, los alumnos no se matriculan de un 20 por ciento de los créditos pero analizando el rendimiento por ramas de conocimiento «hay una gran dispersión».

El documento también analiza la evolución de las ayudas al estudio mostrando que la cifra de becarios ha sufrido una tendencia regresiva desde 1996. Ese año un total de 18,85 alumnos de cada cien estaban becados, cifra que descendió hasta 14 en 2004. Desde entonces se produjo un cambio de tendencia, de tal modo que en el pasado curso hubo 15,25 becarios por cada cien alumnos.

Para Juan Hernández, «todavía queda una amplia tarea para llegar al 25 por ciento, que es una referencia internacional». Así, aunque las políticas en materia de ayudas al estudio han sido importantes, mejorando la capacidad adquisitiva del becario, «lógicamente tendrá que incrementarse esta cantidad por la necesaria movilidad que establece el EEES».

El estudio sostiene que la financiación del sistema universitario «prácticamente no ha registrado variaciones» durante el periodo 1996-2006 en relación al PIB.

De este modo, la presentación del informe se hace, según Ángel Gabilondo, en un momento de debate social sobre la financiación universitaria y en un «contexto específico de crisis económica compleja» y de debate de algunas autonomías sobre el modelo en relación con los compromisos contraídos.

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