Una Navidad original

Esta va a ser una Navidad llena de originalidad. Y esto debido a la crisis. Las noticias ya lo están intuyendo: este año, por ejemplo, se está gastando más en productos de belleza que en turrones. Y es que a las mujeres les alegra más el día sentirse guapas que comer un dulce…

Según señalaba recientemente El Mundo, las españolas se pintan hoy más que nunca: las ventas de maquillaje en España se han disparado un 26,5% en 2009 [Estudio de mercado de AC Nielsen]. Lo que más ha aumentado es el uso del esmalte de uñas, con un 18,6%. Pero también las chicas han consumido más maquillaje (13,5%), más sombra de ojos y rímel (10,6%) y más pintalabios (9,9%) que el año pasado.

Por otro lado, las luces navideñas también se están haciendo notar este 2009. En los Campos Elíseos de París, estas fiestas las luces son del llamativo color fucsia, un color que invita al optimismo en tiempos de incertidumbre. En ciudades como Madrid y Barcelona también se han desplegado más luces que otros años. Parece que en cada detalle se va a notar una gran diferencia respecto al 2008. Y tú, ¿te apuntas a la originalidad?

Olvidar lo material

Un regalo material puede ser muy atractivo, pero a la larga se guarda y se olvida. Un curso en cambio, es una nueva ilusión y, en muchas ocasiones una puerta que se abre para ampliar tu mundo. Asistiendo a clase aprendemos a bailar, a cantar, a cocinar, a navegar por Internet, a hablar un idioma… aprendemos tantas cosas que nos llenamos de ilusión. Nos sentimos rejuvenecer. ¿Por qué no regalar este año la oportunidad de crecer mientras uno se divierte?

Un espíritu joven

Sentirse joven es el privilegio de los que todavía aprenden, de los que se acercan a lo desconocido con curiosidad. A veces, la rutina nos engulle sin darnos cuenta. En esas ocasiones, recibir un regalo inesperado como un curso de danza del vientre o una serie de clases de portugués puede, superada la sorpresa inicial, salvarnos de un día a día más que monótono. Estudiando nuevas cosas veremos lo amplio que es el mundo y todo lo que nos queda por conocer. Así, casi sin darnos cuenta, habremos recibido un regalo intangible y poco habitual: el regalo de la ilusión.

Y conocer gente nueva

Además de descubrir nuevas aficiones que pueden llenar nuestro tiempo libre de alegrías inesperadas, los cursos son una buena oportunidad para ampliar nuestro círculo de amigos y conocidos. Y es que en ellos encontraremos a otras personas que, al menos, tienen un interés en común con nosotros: el tema del curso que hayamos elegido.

© Laboris – Redacción de Lectiva 14-12-2009