En todas las empresas hay conflictos personales entre compañeros de trabajo. Pero, en ocasiones, bajo la apariencia de una mala relación personal se esconde un fenómeno más profundo, más complejo y mucho más grave: lo que los expertos llaman hostigamiento psicológico o mobbing.

El mobbing (del inglés mob: «muchedumbre») es un fenómeno tan antiguo como la humanidad, pero fue identificado y definido como tal por primera vez a principios de los años 80. Según estudios de la UE, este tipo de acoso psicológico afecta a 12 millones de trabajadores europeos, un 8% de la población activa.

Los psicólogos del trabajo hablan de mobbing cuando se dan tres condiciones:

  • Una o más personas ejercen una violencia psicológica extrema sobre otra en el puesto de trabajo.
  • Lo hacen de forma sistemática: al menos, una vez por semana.
  • La situación se prolonga en el tiempo: en general, durante más de seis meses.
  • Es importante dejar claro que han de darse las condiciones de frecuencia y de duración establecidas para poder hablar de mobbing. Un ataque verbal, una broma hiriente o un gesto de desprecio pueden ser muy desagradables y hacer que la víctima se sienta dolida durante días, pero no constituyen por sí solos un fenómeno de hostigamiento.

    El acoso psicológico tiene muchas formas de expresión. ?stas son algunas de las más habituales:

  • Acciones contra la reputación o dignidad de la persona: intentar ridiculizarla con comentarios sobre su físico, sus gestos y su vida privada, o atacar su reputación profesional con comentarios injuriosos o rumores negativos.
  • Acciones contra el ejercicio de su trabajo: encomendarle funciones muy por debajo de su cualificación, darle órdenes contradictorias, negarle sistemáticamente los medios necesarios para trabajar,?
  • Manipulaciones de la comunicación o de la información: pueden ser actitudes explícitas, como amenazas y críticas, o más sutiles, como ignorar la presencia de la persona y no dirigirle la palabra en absoluto.
  • Situaciones de desigualdad: en el salario, en el reparto del trabajo, en el trato personal,?
  • Son sólo algunos ejemplos, ya que los expertos han llegado a identificar hasta 45 conductas de hostigamiento diferenciadas. Lo más habitual en un proceso de mobbing es que la víctima padezca varias de estas situaciones a la vez.

    Es difícil establecer por qué se dan estas situaciones. Puede haber muchos motivos, desde conflictos personales o profesionales hasta una simple voluntad de diversión por parte de los hostigadores.

    Sí está claro, en cambio, que las empresas con una mala organización de sus procesos internos, muchas jerarquías, un estilo directivo autoritario y poca atención a sus empleados son el caldo de cultivo ideal para que se produzca el fenómeno.

    Las consecuencias psicológicas del mobbing para la persona que lo padece pueden ser muy graves: depresiones, ansiedad, pérdida de autoestima, retraimiento social? Todo ello va acompañado de una fuerte desmotivación hacia el trabajo y un descenso del rendimiento laboral.

    Cuando el proceso de hostigamiento se prolonga durante mucho tiempo, la víctima puede llegar a dejar el empleo. En ciertos casos, las consecuencias psicológicas son tan graves que la persona no vuelve a trabajar nunca más por miedo a sufrir una situación similar.

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