Los síntomas más comunes del estrés son:

En el plano psicológico:

  • Cansancio emocional (pérdida de energía y fatiga)
  • Respuestas negativas hacia los demás y hacia el trabajo (irritabilidad, agresividad)
  • Pérdida de motivación y realización personal
  • Frustraciones, insatisfacción y ansiedad más allá de nuestro control
  • Dificultad en el trato con los compañeros
  • Excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones
  • Olvidos, preocupación por el futuro y excesivo temor al fracaso

En el plano físico:

  • Apretar las mandíbulas de forma irreflexiva
  • Aumento del consumo de tabaco y alcohol
  • Aumento o disminución del apetito
  • Músculos contraídos, manos frías o dolor de cabeza
  • Perturbación del sueño
  • Pulso acelerado

Conductas habituales:

  • Dejar pendientes asuntos importantes hasta el último minuto y experimentar entonces una sensación de pánico
  • No dedicar suficiente tiempo al trabajo ordinario y a las citas importantes
  • Comer mientras se trabaja
  • Dedicar menos tiempo a la vida familiar que a la profesional
  • Gritar y hablar demasiado deprisa
  • Perder el sentido del humor

© Laboris