La salud es un aspecto que, lo queramos o no, influye en todos los ámbitos, y el laboral no iba a ser menos. Una influencia que, cuando se trata de enfermedades crónicas, se torna en un aumento de costes y una amenaza de la sostenibilidad económica empresarial. Esto es lo que se desprende del último estudio de PricewaterhouseCoopers (PwC), según el cual las enfermedades crónicas tendrán efectos negativos en el mercado laboral durante los próximos 25 años: tanto en la mano de obra disponible como en las inversiones de las empresas y en sus ahorros.

Se trata de un aspecto que poco extraña a estas alturas, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de dolencias como depresión, fatiga o insomnio, asociadas a enfermedades crónicas. Sin embargo, los datos son alarmantes, pues todo apunta a un crecimiento de estas afecciones y de otras como dolencias cardiovasculares, diabetes o enfermedades respiratorias. Unas dolencias más frecuentes en países industrializados, a pesar de que se prevé un aumento en economías emergentes.

Soluciones

¿Qué medidas tendrían que tomarse para poner freno? Según la consultora, las compañías deberían apostar por políticas y programas destinados a mejorar el bienestar laboral entre los empleados. También sugiere a las empresas establecer una colaboración público-privada en todo aquello que tenga que ver con la salud.

PwC justifica la aplicación de estas iniciativas a través de cuatro puntos. El primero viene asociado a que las enfermedades crónicas suponen cerca del 40 por ciento de la pérdida de tiempo en el trabajo y la mayor parte del coste de los sistemas sanitarios. Sin embargo, uno de los efectos más relevantes de estas dolencias tiene que ver con la pérdida de productividad, que la consultora ejemplifica con la que tendrá lugar en Brasil hasta 2030, donde aumentará un 64 por ciento el número de años perdidos por enfermedades cardiovasculares.

Además de la influencia de las enfermedades crónicas sobre la sostenibilidad económica, PwC también alude a la retención de trabajadores. Y es que de sobra es sabido que una empresa que muestra interés por la salud de sus empleados, que invierte en su bienestar y en la reducción de riesgos tiene más capacidad de mantener y motivarlos, algo que hay que tener muy en cuenta en unos momentos en los que el capital humano es cada vez más escaso. Sin olvidar el beneficio que pueden obtener a nivel empresarial: según el informe, por cada 290 dólares que invierten las firmas en capital humano, éstas obtienen cerca de 1.000.

12.800 euros por absentismo

El absentismo laboral también supone un peligro para el bolsillo de las empresas, sobre todo atendiendo a los últimos datos recogidos por Pimec. Según la patronal catalana, el absentismo se sitúo en el 4,8 por ciento el pasado año, el nivel más alto de Europa y que supuso un coste a nivel nacional de 12.800 euros.

Por ello, Pimec reclama, entre otras medidas, creación de planes internos, servicios de asistencia para trabajadores o programas de bienestar, entre otras.

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