El trabajador social es un profesional de la acción social que se ocupa de fomentar el bienestar del ser humano y la prevención y atención de dificultades y/o carencias sociales de las personas, familias, grupos y del medio social en el que viven.

Igualmente, el diplomado en trabajo social articula los recursos sociales que se precisan para superar las situaciones de crisis personal y familiar. El trabajo de este profesional se desarrolla en todos los servicios de atención a personas y familias.

Es la persona encargada de dar información, orientación y ayuda psicosocial a personas y grupos familiares en situación de crisis, violencia, desorganización, pérdidas familiares, laborales o de vivienda. También ayuda a personas con dificultades para la integración social (marginados, inmigrantes, personas con disminución psíquica o física…).

El trabajador social recoge las demandas de estas personas, hace un estudio de la situación y establece un plan de intervención para mejorar la situación de los usuarios.

 

¿Qué formación necesita?

 

Los estudios de trabajo social son una carrera de grado universitario. La formación de los trabajadores sociales se fundamenta en el estudio de diversas disciplinas (trabajo social, servicios y política social, psicología, sociología, derecho, antropología, economía, etc.) que proporcionan conocimientos variados en ciencias humanas, jurídicas y sociales.

Además de éstas, las asignaturas optativas dan al estudiante la posibilidad de diseñar su perfil profesional según el colectivo al que se vaya a dedicar.

Diversas asignaturas optativas forman a los futuros trabajadores sociales para enfrentarse a situaciones de exclusión social, drogodependencias, la atención a las personas mayores, la protección a la infancia, voluntariado o problemas de salud de la comunidad.

Las perspectivas de futuro para los trabajadores sociales dependen en gran medida de los recursos que las diferentes administraciones dedican a las políticas de bienestar social.

 

Qué perspectivas laborales tiene

 

Tal y como evoluciona la sociedad, se crean continuamente nuevos sectores de población que necesitan de la intervención y la ayuda profesional del trabajador social (inmigrantes, ancianos que viven solos, drogodependientes, personas con dificultades de integración sociolaboral…).

El trabajador social debe participar en actividades de investigación social y en el desarrollo de la política social dando a conocer las necesidades de la población.

Los servicios sociales, públicos o privados, son los centros donde los trabajadores sociales habitualmente desarrollan su profesión. Pueden trabajar a cargo de las administraciones públicas en diversas áreas del bienestar social (salud, vivienda, empleo, educación, justicia…) así como en asociaciones sin ánimo de lucro y ONG.

En nuestro país existe un cierto intrusismo laboral, ya hasta hace poco algunas competencias del trabajador social las realizaban voluntarios.

La libre circulación de profesionales por toda la Unión Europea puede facilitar salidas a los trabajadores sociales en otros países europeos con más tradición en políticas de bienestar.

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