Según la definición del Colegio Americano de Medicina del Deporte, el fitness es la aptitud física global entendida como la conjunción de resistencia cardiovascular, fuerza muscular, resistencia muscular localizada, agilidad y coordinación.
Esta definición permite entender mejor la actividad del técnico en fitness: diseñar programas globales de entrenamiento para los usuarios de una instalación deportiva y asegurarse de que lo siguen correctamente.
Su trabajo se desarrolla en la sala de fitness, donde asesora tanto a las personas que inician una actividad física, indicándoles los ejercicios que deben realizar en cada fase, como a personas ya habituadas al entrenamiento que quieren alcanzar objetivos más específicos.
Además de diseñar estos planes de entrenamiento y modificarlos en función de cómo evoluciona cada persona, el técnico en fitnessmonitoriza en general el funcionamiento de la sala de fitness y atiende las consultas de los usuarios, corrige ejercicios, explica los efectos de cada ejercicio sobre el cuerpo, etc.
También puede dirigir actividades colectivas -sesiones de aeróbic, funky, steps, gimnasia correctiva, spinning…-, siempre que tenga la formación específica adecuada.
¿Qué formación necesita?
Las áreas fundamentales de conocimiento para un técnico en fitness son tres:
- Teoría del entrenamiento, una serie de conocimientos que permiten diseñar rutinas de entreno combinando trabajo de fuerza, cardiovascular y de movilidad.
- Anatomía general. Debe conocer las partes del cuerpo humano y su funcionamiento.
- Salud, un apartado cada vez más importante porque permite hacer del fitness una herramienta terapéutica y atender las necesidades especiales de cada persona.
La mayoría de técnicos en fitness proviene o de la licenciatura de ciencias de la actividad física y del deporte o de centros de formación no reglada especializados que en algunos casos gozan de gran prestigio en el sector.
¿Qué perspectivas laborales tiene?
Los técnicos en fitness trabajan casi exclusivamente en gimnasios e instalaciones deportivas, a veces combinando el trabajo de sala con la dirección de actividades colectivas, sobre todo en locales pequeños o con poco personal.
Acostumbran a ganar entre 9 y 15 euros por cada hora de trabajo en la sala de fitness y sensiblemente más por las actividades dirigidas, que requieren mayor desgaste físico. Es habitual que tengan que trabajar en varios establecimientos a la vez para completar un salario interesante.
Algunos gimnasios pequeños pueden pagar mejores sueldos, porque, al tener menos infraestructuras y un horario de apertura más restringido, soportan menos gastos fijos. Pero las grandes cadenas suelen ofrecer, en general, mejores condiciones de contratación y más posibilidades de aprendizaje y de promoción profesional.
El técnico en fitness puede llegar a gestionar todo un equipo de monitores como coordinador de la sala de fitness, trabajar como entrenador personal o, si adquiere formación complementaria en temas de gestión, llegar a la dirección técnica de un gimnasio.
© Laboris
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