Es el profesional encargado de apagar incendios, evitar la aparición o propagación del fuego, ayudar en el rescate de personas en accidentes y proteger bienes inmuebles y personales de los incendios. Su tarea requiere de un considerable riesgo debido a las condiciones adversas en las que actúa (incendios, incidentes relacionados con mercancías peligrosas, rescates, fuegos forestales, etc.), por lo que habitualmente esta profesión tiene un importante componente vocacional más allá de que posea un buen sueldo o cuente con más días de fiesta al mes a los que habitualmente está acostumbrado el empleado medio (pues no suele trabajar más de tres días a la semana).

La labor del bombero combina saber trabajar en equipo y poseer capacidad de entrega y sacrificio, en definitiva una buena preparación psicológica, con unas cualidades físicas importantes. Este profesional utiliza un conjunto de técnicas para apagar o evitar fuegos y minimizar el daño que puedan causar, mediante autobombas, escaleras extensibles y procedimientos químicos para la extinción de los incendios, así como sierras hidráulicas para actuar en los rescates.

¿Qué formación necesitan?

En España hay bomberos voluntarios (sin retribución) y bomberos con sueldo, que son en los que nos centraremos para conocer su inserción. El graduado escolar es la formación mínima que se exige a estos profesionales. El acceso al Cuerpo de Bomberos se realiza a través de unas exigentes oposiciones, convocadas por la Administración central, autonómica o local, y que requieren una preparación a conciencia.

Aunque las pruebas no son idénticas en todo el Estado, los mínimos establecen tres tipos de exámenes: uno sobre conocimientos de la profesión, cultura general y tests psicotécnicos; unas pruebas físicas (que son las que provocan la principal criba por sus exigencias en fuerza, velocidad, resistencia, natación… y por la especial preparación de algunos de los aspirantes), y un examen médico que certifique que la persona está sana y no posee ningún problema ni propensión a sufrirlo.

¿Qué cualidades debe reunir?

Hay que cumplir ciertas condiciones para presentarse a la oposición, como tener entre 18 y 35 años (en algunas comunidades el límite es 31), no estar inhabilitado para el ejercicio de las funciones públicas ni padecer enfermedad o defecto físico que impida el desempeño de las funciones (entre los que en algunas convocatorias se incluye, por ejemplo, una elevada dioptría en los ojos). También hay una altura mínima, que suele oscilar entre los 1,65 y 1,70 metros. Una vez dentro del Cuerpo, la formación continuada es clave para una correcta actualización de conocimientos.

¿Qué perspectivas laborales tienen?

Tras superar la oposición, se entra en la Escuela de Bomberos, donde se acaba de formar a los profesionales, tanto para la escala operativa (bombero raso, cabo, sargento…) como para la escala técnica de mando (en el caso de los licenciados en arquitectura o alguna ingeniería). Los cursos incluyen, además de clases de ejercicio físico diarias, el periodo de prácticas de maniobras, que suele ser de dos o tres meses. También es posible trabajar de bombero-conductor si se dispone de los permisos requeridos y se supera una prueba.

Algunos expertos creen que el sueldo de estos profesionales aún es bajo comparado con la exigencia y la peligrosidad que asumen. Suelen cobrar entre 1.300 y 2.000 euros, a los que se añaden trienios y pagas extras.

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