Hablar ahora de empleo en el sector inmobiliario no es ningún disparate a pesar del momento de crisis que vivimos. Sí, hay despidos, sin embargo, también sigue habiendo ofertas de trabajo. Son pocas pero las hay, lo que ocurre es que son muy específicas. Y es que es tiempo de buscar al mejor, ya no valen todos sino los verdaderos conocedores del sector inmobiliario. El boom que tuvo lugar hace años, aquel que hizo que mucha gente trabajara en este mundo pensando únicamente en ganar dinero fácil se ha acabado.

También han desaparecido (aunque de esto hace ya ocho años) los requisitos que se pedían a todo aquel que quería ejercer de agente inmobiliario. Durante un tiempo se les exigió un título universitario, superar unas oposiciones y estar colegiado. En 2000 se logró acabar con estas exigencias y se liberalizó el sector. Los miembros de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios formaron parte de ese colectivo que logró el mercado libre.

Pero que no se necesite título oficial no quiere decir que todo el mundo pueda ser agente inmobiliario, es imprescindible contar en el currículo con una completa formación. Estos profesionales tienen en sus manos decisiones importantísimas de muchas personas y no vale sólo tener ‘labia’. «Necesitan tener nociones sobre tipología de contratos y documentos, saber interpretar escrituras o conocer lo que es el Registro de la Propiedad, entre otras muchas cosas. Esto se aprende también con la experiencia», comenta Nuria Alcalá, gerente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios.

Formación y reciclaje

Lo ideal es que un agente inmobiliario se forme en las áreas jurídica, comercial y fiscal, y recicle conocimientos continuamente. El aspecto jurídico es importante tenerlo al día, ya que hay modificaciones de leyes todos los años y nuevos planes de vivienda. En cuanto al segundo área citada, no hay que olvidar que un experto inmobiliario es un comercial y, como tal, ha de conocer las técnicas de venta y al consumidor.

Los aspectos fiscales quizá sean los más importantes, como explica Nuria Alcalá, «una compraventa inmobiliaria implica una fiscalidad de impuestos que hay que dominar para aconsejar y advertir a los clientes. Aquí es importante el reciclaje, ya que continuamente hay reformas fiscales, deducciones de IRPF, incrementos o disminuciones en IVA, ayudas para la adquisición y rehabilitación de viviendas… El agente debe ser un asesor que conozco todo lo inherente a una transacción inmobiliaria, ha de estar preparado para dar las mejores soluciones a su cliente».

¿API es lo mismo que agente inmobiliario?

Sí y no. La denominación ‘agente inmobiliario’ es genérica, mientras que la de API (Agente de la Propiedad Inmobiliaria) sólo se usa para los expertos que están colegiados.

Para evitar confusiones, muchas personas que trabajan en el sector prefieren emplear la palabra ‘experto’ cuando se refieren a todos en general y dejar las siglas API para los que, como hemos dicho, están inscritos en el colegio oficial.

¿Qué aptitudes y actitudes debe tener?

En este profesional han de prevalecer las ganas de aprender y la seriedad. La empatía con la gente también es fundamental.

Lo primero que nos comenta Nuria Alcalá cuando le hacemos esta pregunta es «ganas de aprender y tomarse la profesión en serio». Y es que un agente inmobiliario participa, en parte, en una decisión muy importante que toma el cliente. «Hay que ser capaz de minimizar riesgos y adelantarse a ellos», subraya. Asimismo, la gerente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios comenta que la empatía con la gente es también primordial. «Aquí no vale una persona seca. Es importantísimo el buen trato con la gente y esto no siempre es fácil porque nosotros también tenemos días malos», añade.

Más allá de la venta

Antes y después de enseñar una vivienda, el intermediador debe seguir una serie de pasos.

¿Sabes en qué consiste la tarea de un agente inmobiliario? Ante todo, debes tener en cuenta que vender una casa no es sólo enseñarla. Se podría decir, incluso, que es el último paso de los muchos que hay que dar.

Antes hay que inscribir la finca en el registro, publicitar el inmueble, cruzar la oferta con las demandas y firmar un contrato de mediación con el propietario de la casa, también llamada nota de encargo de venta.

Y después de enseñar la casa hay mucho más: en caso de que el cliente esté interesado en adquirir la vivienda, el experto deberá verificar, preparar y firmar documentos legales relacionados con las escrituras, la hipoteca, etc.

De ahí que sea cada vez más importante el conocimiento de aspectos jurídicos, fiscales y de marketing.

El presente y el futuro

2009 tampoco será buena época para encontrar trabajo en el sector. Los expertos aconsejan invertir ese año en formación.

Los tiempos de cambio continuo han cambiado para el experto inmobiliario. Si antes muchos iban de una agencia a otra buscando la mejor nómina sin miedo a quedarse en paro, ahora esto es imposible. Y es que los propietarios lo que quieren es fidelizar plantillas y que formen parte de ellas los mejores.

Las personas que quieran entrar en el sector han de tener presente que estamos en crisis y que no es el mejor momento para encontrar un puesto de trabajo. Los conocedores de la situación aconsejan dedicar un tiempo a la formación y luego saltar al mercado laboral. «Ni este año ni el que viene son buenos. Es preferible dedicar el año 2009 a prepararse y luego, en 2010, buscar empleo», comenta Alcalá.

¿Qué ha pasado con la ley de intermediación inmobiliaria?

Ni siquiera hay borrador pero el sector quiere que sea una realidad, ya que es una ley de mínimos de garantía al consumidor.

Nada se sabe del borrador de la ley de intermediación inmobiliario. En la legislatura anterior no se desarrolló y tampoco se cree que se haga a corto o medio plazo. Aún así, los profesionales del sector siguen respaldando su elaboración porque ayudará tanto al experto como al consumidor. Y es que se trata de una ley de mínimos que hablará de los requisitos básicos que ha de tener aquel que intermedia. «Queremos que quede reflejada la obligación de los agentes de tener una oficina abierta al público y localizable.

Hoy en día mucha gente trabaja con el móvil y no tiene sede física. Esto es un problema porque no da garantías al consumidor, ¿qué pasa si surge un problema y no se localiza?. Por otro lado, defendemos la posesión de un seguro de responsabilidad civil. Si en el ejercicio de la profesión se perjudica a alguien, el seguro cubre todos los daños producidos. Todo esto debería ponerse sobre papel; en una ley», concluye la gerente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios.

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