A estas alturas pocas dudas caben ya de que el inmigrante ocupa un papel básico en el mercado laboral español. Y si no, echemos un vistazo a los datos. El estudio sobre ‘El ejercicio 2008 en la economía española: ¿cambio de ciclo?’, elaborado por Caixa Catalunya, afirma que de los 760.000 nuevos puestos de trabajo en 2006, más de 550.000 fueron ocupados por inmigrantes.

Más aún, el ‘Indicador Laboral de Comunidades Autónomas’ (ILCA) de Adecco revela que en los últimos cinco años la participación de inmigrantes en el mercado laboral se ha duplicado, pasando el número de afiliados a la Seguridad Social del 4,2 al 99 por ciento en septiembre de 2007. Según el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en funciones, Jesús Caldera, esa cifra ha ascendido y se sitúa ya en el 10,2 por ciento. Además, y a pesar de que la incorporación de extranjeros al mercado de trabajo español se está ralentizando, avanza más velozmente que la de los españoles.

La concentración de esta mano de obra en determinados sectores es otra de sus características. Y es que de las 44 ramas de actividad del mercado laboral, sólo en ocho la participación de inmigrantes es superior a la media. Destacan, sobre todo, la construcción, donde en el primer semestre de 2007 trabajaban 399.631 inmigrantes afiliados (el 27,9 por ciento del total) y la hostelería, con 241.448 afiliados. No obstante, es en este último sector donde los inmigrantes adquieren más importancia que los trabajadores españoles, ya que un 25,4 por ciento de los afiliados en él es extranjero.

La Tarjeta Azul

Pero si algo dejan claro los datos procedentes de la ocupación de inmigrantes en España es que éstos ocupan un papel cada vez más importante en sectores de mano de obra cualificada, supliendo la escasez que se da en muchos de ellos. Una situación que, sin embargo, no sólo se da a nivel nacional, sino europeo. Y muestra de ello es que sólo el 1,72 por ciento de los trabajadores con los que cuenta la Unión Europea (UE) es altamente cualificado.

Por esta razón, y porque la mano de obra cualificada es la que mayor capacidad de incrementar la productividad de los países ofrece, la Comisión Europea ha propuesto la creación de una Tarjeta Azul para inmigrantes cualificados. Gracias a ella, se agilizarían los trámites para la contratación de estos extranjeros, así como también se les proporcionaría una serie de ventajas para poder establecerse con su familia en alguno de los Estados miembros de la UE. Con ella podrían obtener, incluso, el permiso de residencia de larga duración. Aunque, de momento, no se ha puesto en marcha.

Adecco, por su parte, subraya en su informe la necesidad de crear una fórmula para no restringir la movilidad de estos profesionales altamente cualificados dentro de la UE.

Un objetivo: ser contratado

Existen tres vías para que los inmigrantes no comunitarios consigan el permiso de trabajo y residencia en España.

La contratación de trabajadores comunitarios sigue el mismo proceso que la que se lleva a cabo para emplear a trabajadores nacionales. El asunto es más complicado, sin embargo, en el caso de los extracomunitarios. Éstos disponen de tres vías para conseguir un permiso de trabajo y de residencia en España. Uno de ellos es el régimen general, por el que los inmigrantes pueden acceder al mercado de trabajo si previamente han obtenido la autorización de trabajo y residencia y cumplen los requisitos establecidos por el Ministerio de Trabajo.

Pueden también recurrir a la vía del contingente anual, basada en el cupo de mano de obra necesaria que el Gobierno prevé cada año, o en las regularizaciones extraordinarias. Esta última medida es utilizada por el Ejecutivo para poner solución a momentos donde el número de inmigrantes irregulares es elevado.

Para el abogado y socio director de Interlegal y miembro del Colegio de Abogados de Madrid, Sergio Becerra Corrales, «el principal problema de la contratación de inmigrantes extracomunitarios es que no hay la suficiente claridad en cuanto a las demandas que la empresa española necesita. Es decir, debería haber una buena coordinación entre las comunidades autónomas y la empresa o alguna confederación que pudiera organizar y coordinar todas las demandas». En definitiva, este experto también llama la atención sobre la Administración, ya que «el problema es la falta de capacidad de ésta para estudiar y estimar todos los expedientes que tiene en sus manos».

Un espacio para estudiantes e investigadores

A la hora de hablar de trabajadores extranjeros, hay que hacer lo propio de los estudiantes e investigadores que vienen a España para completar su formación o desarrollar sus trabajos, ya que existe un régimen especial que regula su actividad en el país. Se trata, «en un principio, de un permiso de residencia que sólo habilitaría para desarrollar esos estudios o esas investigaciones», advierte Sergio Becerra. Para ello, deben demostrar que tienen capacidad económica suficiente para poder vivir en España sin ningún tipo de problema asociado a necesidades económicas.

Ahora bien, existe la posibilidad de que ese estudiante o investigador quiera después desarrollar un trabajo en España. ¿Qué ocurriría ante esa situación? Esa autorización de residencia se convertiría, en este caso, en una de residencia y trabajo, «siempre y cuando el trabajo fuera a tiempo parcial para que no obstaculice el desarrollo de sus estudios o investigaciones y que la retribución que obtenga el estudiante o investigador no sea absolutamente necesaria para poder vivir», ya que previamente, para obtener el primer permiso para estudiar o investigar, ha acreditado que tenía capacidad para vivir sin dificultades económicas.

Los más afectados por el paro

Los últimos datos de los servicios públicos de empleo estatal lo dejan claro: los extranjeros constituyen el colectivo donde el desempleo ha tenido mayor impacto este comienzo de año. De hecho, según el Ministerio de Trabajo, el número de inmigrantes parados en febrero se situó en las 258.386 personas, un 53,8 por ciento más que hace un año y un 7,3 por ciento más respecto a enero.

¿Cómo es el parado extranjero? Mayor de 25 años, hombre y procedente de un país extracomunitario. En concreto, el pasado mes de febrero el número de inmigrantes parados mayores de 25 años alcanzaba los 232.607 trabajadores. Asimismo, se registraron 258.365 hombres extranjeros en situación de desempleo (un 73,1 por ciento más), frente a las 11.909 mujeres (34,2). Respecto a su origen, de los registrados en febrero, 189.078 inmigrantes parados procedían de un país no comunitario, frente a los 69.287 que sí lo eran.

Los efectos de la construcción

Haciendo un análisis por sectores, el Ministerio deja claro que el de la construcción ha sido uno de los grandes detonantes de la situación de desempleo actual de este colectivo. El paro aquí ha aumentado un 92,1 por ciento en el último año, registrando la subida más alta después de la agricultura.

Sin embargo, en términos generales, el sector servicios es el que ha registrado el mayor número de desempleados, con 140.617. Le siguen la construcción, con 58.020, el colectivo sin empleo anterior (25.552), la industria (17.501) y la agricultura (16.675).

Ayudas para los más emprendedores

La ATA ha creado un portal para asesorar a los inmigrantes que decidan poner en marcha un negocio. Con el mismo fin, la UPTA ha diseñado un plan de fomento del trabajo autónomo para ellos.

El inmigrante que viene a España no sólo lo hace para trabajar por cuenta ajena, también los hay que deciden ponerse manos a la obra y hacerse autónomos. Según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el pasado mes de enero eran ya 1.569 los extranjeros que trabajaban por su cuenta.

Tal vez por ello cada vez son más los organismos que prestan ayuda a los extranjeros autónomos o que deciden poner en marcha su propio negocio. Es el caso de la propia ATA, que ha creado el portal www.autono-mosinmigrantes.com, donde ofrece información sobre los trámites y documentación necesarios para darse de alta como autónomo en España. En él aconseja, por ejemplo, sobre cómo montar tu propio negocio, informa sobre los centros de ayuda a emprendedores, formación que pueden recibir, ayudas nacionales y autonómicas y medidas de prevención de riesgos que han de considerar.

Por su parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha puesto en marcha el proyecto ‘Inmigrantes Emprendedores: fomento del trabajo autónomo’. Se trata de una iniciativaque se aplicará en un principio en Madrid y por la que se proporcionará a los inmigrantes la acreditación de los requisitos establecidos para recibir la autorización de residencia temporal y trabajo por cuenta propia, así como ayuda para la concreción de los proyectos de empresa, información sobre subvenciones y formación.

Más información:

Portal para autónomos inmigrantes de la ATA

www.autonomosinmigrantes.com

Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos

www.upta.es

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