Hasta el pasado mes de septiembre, se crearon en España 615.000 puestos de trabajo. Más de la mitad de ellos (el 53,4 por ciento) fue a parar a manos de inmigrantes, haciendo que el número de ocupados de nacionalidad extranjera ascendiera al 13,9 por ciento en el tercer trimestre del año.

Éstos son algunos de los datos que recoge La Caixa en su ‘Informe Mensual’ correspondiente a noviembre, donde revela, además, que la tasa más alta de ocupación extranjera corresponde a la construcción. De hecho, la presencia de inmigrantes en este sector ha aumentado hasta el 24 por ciento. También destaca la contratación de foráneos en la agricultura (18 por ciento), en los servicios (12,6) y en la industria (9,1). De hecho, en este último ámbito, aunque cuenta con uno de los porcentajes de inmigrantes trabajadores más bajos, supera al registrado en el primer trimestre de 2005 (siete por ciento).

Sin embargo, la tasa de paro de los empleados extranjeros ha aumentado nueve décimas en el último año, si bien entre julio y septiembre descendió dos décimas respecto al trimestre anterior.

Moderación

No obstante, la ocupación, sea de personas españolas como de extranjeras, crece «a buen ritmo, si bien se detectan signos de una cierta pérdida de vigor».

De hecho, el informe de La Caixa apunta un crecimiento de la creación de empleo en el tercer trimestre del año cercano al 3,1 por ciento, tres décimas menos que en el mismo periodo de 2006.

Y si la construcción es el ámbito laboral en el que más puestos se han creado para extranjeros, el de los servicios es el que más empleo ha originado a nivel general. En concreto, en el último año ha creado 544.500 puestos, un 4,2 por ciento más. En este caso, la construcción ha experimentado una «acusada ralentización» y ha empleado en los últimos 12 meses a 127.400 personas.

En la misma línea, la industria ha aflojado el ritmo, y muestra de ello es que ha bajado su ocupación. Eso sí, a un ritmo más bajo. Se trata de una tendencia que «refleja la presión a la que están sometidas las ramas industriales por la competencia exterior, que redunda en numerosos casos en procesos de deslocalización», apunta La Caixa en su estudio, donde también habla de bajadas de empleo, aunque «menos drásticas», en otros sectores.

Es el caso de la confección, el ámbito textil o las industrias extractivas, que se contrapone a la evolución de las ramas manufactureras, que este último año han aumentado «sensiblemente» sus niveles de ocupación.

Aumento de la actividad femenina

Aún así, La Caixa defiende que «el buen momento del mercado laboral continua atrayendo nuevos efectivos a la población activa». De hecho, el número de trabajadores activos aumentó en el tercer trimestre un 0,8 por ciento.

Haciendo un análisis por sexos, los datos de la entidad bancaria ponen de manifiesto que la actividad masculina ha aumentado en tres décimas, hasta alcanzar el 69,6 por ciento. La tasa de actividad femenina se ha incrementado, en cambio, un dos por ciento, llegando a suponer el 49 por ciento. Esta cifra, aunque inferior a la que registran los hombres, supone todo un récord.

Más contratos indefinidos

Además de la ocupación en ciertos sectores, también ha aumentado la contratación indefinida. Según el informe de La Caixa, esto se debe al proceso de especial bonificación.

Por contra, y a pesar de que los contratos temporales descendieron un 4,8 por ciento, la tasa de temporalidad subió una décima en el tercer trimestre hasta alcanzar el 31,9 por ciento.

Facilitar la promoción laboral

La OCDE recomienda a España proporcionar a los inmigrantes puestos de trabajo acordes con su formación y capacitación.

La Organización para la Cooperación Económica y de Desarrollo (OCDE) subraya la importancia de la promoción laboral de los inmigrantes para garantizar que permanezcan en España y evitar, de este modo, que emigren a otros países con mejores ofertas de trabajo.

Según el informe anual ‘Tendencias de las migraciones internacionales 2007’, elaborado por el citado organismo, la tasa de actividad de los extranjeros en España es del 70 por ciento, cifra superior a la que registran los nacidos en el país. Además, la tasa de desempleo de este colectivo dista tan sólo dos puntos de la que registran los españoles.

Aún así, para el jefe de la división de Migraciones Internacionales de la OCDE, Jean Pierre Garson, España no presta la atención suficiente a los inmigrantes que cubren empleos que están por debajo de su cualificación. De hecho, más del 40 por ciento de los extranjeros que trabajan en nuestro país tiene un empleo que está por debajo de su capacidad.

Esta cifra desciende, sin embargo, al 25 por ciento si hablamos de trabajadores españoles. Por esta razón, el experto de la citada organización recomienda a España facilitar el acceso a un puesto de trabajo acorde con la capacitación del empleado, algo que, además, «es bueno para la economía», mientras que si no se hace se produciría «una doble pérdida de capital humano»; es decir, el nacional y el inmigrante.

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