A pesar de la crisis, sigue habiendo profesiones con una gran demanda de personal. Según ha podido comprobar la empresa de recursos humanos Alta Gestión, mecánicos, electricistas, comerciales soldadores, teleoperadores y torneros, así como otros oficios que también provienen de la Formación Profesional (FP), como los electromecánicos, fresadores, caldereros, charcuteros, pescaderos, técnicos en mantenimiento y delineantes, se encuentran entre las profesiones en las que todavía no existe paro.

Junto a estas profesiones, la compañía destaca que a las empresas también les resulta complicado encontrar carretilleros con experiencia y en disposición del carné homologado que exige la normativa, por lo que muchas optan por formar a su propia plantilla.

Si bien es cierto, que los técnicos de las oficinas de Alta Gestión han observado cómo últimamente, algunos de estos oficios están siendo cubiertos por aquellos parados de la construcción que cuentan con una formación específica para desarrollar alguno de estos trabajos.

Escasez de profesionales

«Hoy en día, encontrar perfiles en el mercado laboral para cubrir este tipo de puestos se convierte en una tarea algo complicada para las empresas, ya que existe una escasez de profesionales que se adapta a las características requeridas por las compañías para desempeñar las funciones establecidas en estos puesto», puntualizan desde esta compañía de recursos humanos.

Si una cosa destaca el informe es que las profesiones sin paro son aquellas que surgen de la Formación Profesional, es decir, los oficios como mecánico, electricista, soldador, fresador, electromecánico, calderero, charcutero, pescadero, técnico de mantenimiento, delineante o carpintero son perfiles difíciles de encontrar, ya que existe una escasez de trabajadores con este tipo de experiencia

«Así observamos, que aunque los datos del paro no sean muy optimistas, todavía quedan muchas salidas profesionales que pueden ser aprovechadas por aquellos trabajadores afectados por el desempleo, ya que valorando sus habilidades y con un poco de formación, pueden reorientar su carrera profesional para llegar a encontrar un nuevo empleo que les aleje de su actual situación», animan desde Alta Gestión.

Los extranjeros complementan, no sustituyen

La aportación de la mano de obra inmigrante, especialmente a partir del año 2000, ha sido muy significativa en el mapa laboral español, hasta representar el 16,3 por ciento de los empleados en 2007. En concreto, de los 3,3 millones de nuevos empleos cualificados generados entre 1995 y 2007, los inmigrantes ocuparon 1,6 millones, mientras que de los 1,3 millones de trabajos sin ninguna cualificación que se crearon en el periodo, un millón correspondió a población extranjera.

Además, la relación entre inmigración y población nacional no es tanto de sustitución como de complementariedad.Mientras los nativos aportan el 74 por ciento de los nuevos directivos y el 90 por ciento de los profesionales, la inmigración absorbe el 47 por ciento de los trabajos cualificados y el 80 por ciento de los nuevos peones. En términos absolutos esa complementariedad es, todavía, más evidente.

Sin diferencias notables

En el grupo más importante, el de los trabajadores cualificados, del aumento de 3,3 millones, los nativos aportaron 1,7 y los inmigrantes 1,6 millones, correspondientes a los pesos relativos anteriormente mencionados. Y en el de los no cualificados, de los 1,3 millones de nuevos empleos creados, cerca de un millón fueron absorbidos por la inmigración.

En el extremo opuesto, en el de técnicos, la desproporción a favor de los nativos se refleja en que de los 2,6 millones de nuevos empleos, los nativos absorbieron casi 2,4 millones. Finalmente, en el de los directivos, los pesos comentados implican que de los casi 0,4 millones de empleos creados, el grueso (unos 0,32 millones) se dirigieron hacia los nativos.

En síntesis, de los 3,3 millones de nuevos puestos de trabajo cualificados, los inmigrantes absorbieron 1,6 millones y de los 1,3 millones de peones, la inmigración es responsable de un millón.

De hecho, el proceso de sustitución de nativos por inmigrantes en trabajadores cualificados es muy evidente: los nativos pierden posiciones, desde el 56,2 por ciento al 43,2 por ciento entre 1995 y 2007.

Cada vez se necesitan más directivos, profesionales y técnicos

El porcentaje de empleos de alta cualificación ha crecido considerablemente en la última década.

Las cifras son incontestables y la realidad indica que España atraviesa en la actualidad un ciclo económico en el que se destruye empleo, pero tan cierto como este hecho está la circunstancia de que en los últimos años la estructura laboral nacional ha ganado fuerza y solidez.

El último índice laboral elaborado por la empresa de recursos humanos Manpower, indica que de los casi ocho millones de empleos que nuestro país generó entre 1995 y 2007, tres millones correspondieron a puestos de trabajo de alta y media cualificación (directivos, profesionales y técnicos) y 4,8 millones a empleos de cualificación media/baja y baja (cualificados y no cualificados).

«Esta transformación constituye, sin lugar a dudas, una verdadera revolución y apunta que el importante período de cambio 1995-2007 se ha saldado, además de con intensos aumentos de ocupación no cualificada, con fuertes avances de los más cualificados, que han dejado una estructura ocupacional sensiblemente mejor a la existente en 1995», señalan desde Manpower.

De hecho, el conjunto del personal con menor cualificación ha crecido prácticamente al mismo ritmo que la economía, cerca del 4,6 por ciento, de forma que su ganancia total en la distribución total del empleo ha sido bastante escasa, de tan sólo siete décimas.

«El fuerte proceso de expansión ocupacional que ha tenido lugar en España estos últimos 12 años ha sido, incluso con la notable emergencia de la construcción, a favor de categorías con mayor nivel de cualificación», subraya la compañía de recursos humanos.

Humanidades, al alza

Profundizando, cabe destacar que el colectivo de profesionales y técnicos que más crece es el de las ramas ciencias sociales y humanas. Aunque, desde un punto de vista relativo, el conjunto de profesionales con formación científica (física, química, matemáticas, etcétera) o técnica (ingenieros, arquitectos, informáticos) es el que ha experimentado un mayor crecimiento.

De los 5,8 puntos porcentuales que los profesionales y técnicos ganan sobre el total del empleo de la economía, 2,2 puntos porcentuales se explican por el crecimiento de este grupo, según el índice laboral de Manpower.

De este modo, de los 2,6 millones de nuevos empleos de los profesionales y técnicos, los de formación científico-técnica aportan casi 700.000, es decir, cerca del nueve por ciento de todo el nuevo empleo. «Este crecimiento debería afectar positivamente al crecimiento de la productividad en los próximos años», valoran desde Manpower.

Finalmente, el conjunto de trabajadores sin ninguna cualificación cierra el estudio. «Su análisis es particularmente relevante ya que, en el imaginario colectivo, se ha instaurado la idea que la inmigración y el fuerte avance de la construcción y los servicios personales, se ha efectuado a partir de trabajos de muy baja cualificación, pero no ha sido el caso», concluyen los expertos.

Así, el conjunto del personal con menor cualificación ha crecido prácticamente al mismo ritmo que la economía, cerca del 4,6 por ciento (frente al 4,2 de media total), de manera que su ganancia relativa en la distribución total del empleo es escasa, de 0,7 puntos porcentuales, desde el 14,7 por ciento de 1995 al 15,4 por ciento del año 2007.

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