¿Quién ha dicho que emprender negocios es cosa de pocos? En España, desde luego, parece que cada vez son más los que pierden el miedo a tener su propia empresa. Y los datos dan fe de ello: la actividad emprendedora en 2007 aumentó un 4,11 por ciento, cifra que, aunque sea inferior a la del año pasado (no olvidemos que 2006 fue muy activo y la tasa se situó en el 35 por ciento), da muestras de un «crecimiento moderado».

Al menos, es lo que pone de manifiesto el Informe GEM España (Global Entrepreneurship Monitor), elaborado por el IE Business School. Canarias ha sido la comunidad autónoma que ha registrado el mayor número de iniciativas (las que tienen entre cero y 42 meses de vida) a lo largo del año pasado, mientras que ha descendido en otras como Navarra, Galicia, La Rioja y Asturias. Ahora bien, si se tiene en cuenta la creación de nuevos negocios, Cataluña, Andalucía y Madrid son las que encabezan la lista.

Según el documento, el tamaño de la población es un factor determinante a la hora de tener más o menos iniciativas en una región, si bien es indiferente para la actividad emprendedora, ya que ésta se deja influir por otras variables.

Más calidad

La moderación fue la nota principal del crecimiento del emprendimiento en 2007 y todo apunta a que lo sea también en 2008. Pero esta moderación deja paso a un elemento clave en las iniciativas españolas de los últimos años: la calidad. Para el director del proyecto GEM y director del IE Business School, Ignacio de la Vega, «este año veremos una situación curiosa en la que habrá un descenso de la actividad emprendedora y una mejora de la calidad de los proyectos».

Se trata de una tendencia cada vez más asentada en la actividad emprendedora española, y muestra de ello es que «en los últimos diez años lo que estamos comprobando es que el perfil del emprendedor va mejorando. Pone en marcha, en definitiva, proyectos más ambiciosos con un grado de sostenibilidad mayor», apunta de la Vega, que resume el futuro en «menos empresas pero más sólidas».

Negocios con otro acento

El ‘Informe GEM’ deja ver que cada vez son también más los inmigrantes que se suman a la actividad emprendedora. De hecho, la tasa es ya un 9,6 por ciento mayor que la registrada en 2006. Es más, de la actividad emprendedora del pasado 2007, el 12,8 por ciento correspondió a iniciativas puestas en marcha por inmigrantes. De ahí que los autores del documento concluyan que la población extranjera «es proporcionalmente más emprendedora que la española».

¿Cómo es el inmigrante que pone en marcha su negocio? Es más joven que el español y, en su mayoría de Ecuador. También destacan los argentinos (los que más emprendían en 2005 y 2006), venezolanos, rumanos y, dentro de la UE, los franceses.

Conocedores del mercado

El emprendedor actual está más formado, asume más riesgos y pone en marcha proyectos de más calidad.

Hombre, de unos 37 años de edad, con estudios superiores, nivel de renta elevado, en activo, de origen español y que previamente no ha puesto en marcha otro negocio. Así es el emprendedor actual en España según el ‘Informe GEM’ del IE Business School.

En este sentido, el director del documento, Ignacio de la Vega, subraya que la persona que decide poner en marcha su negocio «emprende ahora proyectos de más calidad, basa mucho más sus decisiones en la existencia de una oportunidad, tiene mejor perfil de formación, trabaja más en equipo y asume más riesgos financieros controlados a través de su formación y conocimientos del mercado».

¿Qué tipo de negocio ponen en marcha? Por lo general, son microempresas, aunque siguiendo la tendencia de otros años la que ha predominado en 2007 es el autoempleo.

Las mujeres, menos integradas

El sector femenino parece que es algo más reacio a emprender negocios. De hecho, la actividad en este ámbito ha descendido un 8,1 por ciento. Para Ignacio de la Vega, la mujer a la hora de emprender se asegura más, espera mejores momentos, porque no podemos negar que en 2008 estamos ante un entorno económico cuanto menos complicado y el comportamiento del emprendedor es sensible».

En la misma línea, el documento del IE Business School señala que esta resistencia a emprender viene justificada por el miedo al fracaso, además de la opinión generalizada de que tienen menos posibilidades de obtener financiación que los hombres. De una forma u otra, del informe se desprende también que las mujeres están en una situación más desfavorable a la hora de integrarse en las redes sociales que podrían impulsar su negocio.

La fórmula para dar con el éxito

Contar con un equipo humano cualificado y con un conocimiento detallado del mercado son las claves para sacar el proyecto adelante.

El secreto del éxito a la hora de poner en marcha una empresa es difícil de encontrar. Sin embargo, existen muchas pistas. El director del IE Business School, Ignacio de la Vega, advierte que «el ingrediente fundamental del éxito empresarial son las personas, el equipo emprendedor, ya que cuanto más sofisticado es el proyecto más necesidad de un equipo cualificado tiene. En segundo lugar, los mercados y las oportunidades de negocio que generen esos mercados. Éstas serían las dos claves principales de la ecuación del emprendimiento».

Son dos factores que sirven de base para trazar las directrices del nuevo negocio. Habría que analizar, por tanto, las situaciones del mercado, la demanda del cliente o la presión de la competencia, entre otros aspectos.

Oportunidades en todos los sectores

Una de las grandes dudas que pueden surgir al respecto es qué mercado es el más propicio para poner un negocio. En este caso, no debes dejarte llevar por las apariencias, porque «en cualquier sector, aunque sea menos atractivo a priori, existen oportunidades», subraya De la Vega. Esa oportunidad vendrá de la mano de la innovación que aporte tu proyecto al mercado en cuestión. Es decir, «si somos capaces de ofrecer un producto o servicio en mejores condiciones al cliente, con mayor calidad, rapidez, mejor distribución y mejor imagen a través de estrategias de marketing».

De una forma más concreta, el director del IE Business School apunta a los servicios en general, donde «existen las mayores oportunidades para el perfil mayoritario del emprendedor». Destaca, en este caso, todo lo que tiene que ver con el servicio a empresas, como reprografía, transporte o logística, entre otras actividades. «La biotecnología es un sector muy atractivo, pero siempre que tengamos la capacidad de investigación. También todo lo relacionado con la sostenibilidad, aunque algunas de las energías no son sostenibles desde el punto de vista financiero, ya que dependen del apoyo de entidades públicas o del Gobierno para su impulso definitivo».

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