Los estudios de diseño de interiores que imparten algunas academias, los que se venden por fascículos o se cursan a distancia pueden ser de interés para iniciarse, pero en ningún caso son suficientes para trabajar de forma profesional. Además, no tienen ningún reconocimiento en el mercado.

La formación idónea para trabajar como decorador es la carrera de diseño, especialidad interiorismo, que imparten algunas universidades públicasespañolas y las escuelas adscritas a otras universidades con sus títulos propios.

La titulación en bellas artes incluye asignaturas de diseño, pero no profundiza lo suficiente en el interiorismo.

A los estudios superiores conviene añadir cursos de especialización sobre materiales y normativas que puedan afectar al diseño de interiores: acústica, contaminación, etc.

Conseguir experiencia

Se puede lograr simultaneando la carrera con prácticas en estudios de diseño, si es posible de cierto prestigio. Tampoco estará de más ampliar experiencia con una beca en el extranjero para ver cómo funciona el diseño en otros países.

Dos o tres años de prácticas y trabajo por cuenta de otro serán suficientes para abrir un estudio propio. Lo ideal para compartir gastos y crear sinergias es abrir eldespacho junto con uno o dos profesionales afines, como arquitectos e ingenieros.

Dónde abrir tu despacho

A diferencia de otros profesionales liberales, los decoradores tienen más oportunidades de trabajo en las grandes ciudades que en las pequeñas. Hay más competencia, pero también una mayor cultura del diseño.

Una forma de empezar es hacer un proyecto gratis o a bajo precio para algún conocido o familiar. Ese primer trabajo y el de fin de carrera serán la carta de presentación de nuestro book profesional.

Cómo hacer clientes

Deberemosactivar toda nuestra red de contactos para que el boca-oreja empiece a funcionar, poner algún anuncio en prensa e Internet y ofrecer nuestros servicios a empresas promotoras de viviendas.

También es buena idea entrar en contacto con industriales (pintores, electricistas, carpinteros, etc.) para que nos hagan de puente con el sector de la construcción. Asimismo, podemos ofrecer nuestros servicios a tiendas de materiales, baños, cocinas, muebles, iluminación y rotulación.

Periódicamente, convendrá que echemos un vistazo a las páginas de economía y negocios de la prensa. En ellas aparecen noticias sobre empresas con proyectos de construcción (hoteles, centros comerciales, pisos, etc.) que podrían convertirse en nuestros clientes.

A veces, no hace falta mirar tan lejos, basta con acercarse a las tiendas de barrio para proponerles que renueven su decoración. Los pequeños comerciantes son cada vez más conscientes de que la imagen atrae clientes y les diferencia de la competencia. Deberemos, eso sí, explicarles que un decorador no es tan caro como ellos creen y que con poco dinero se pueden lograr grandes cambios.

Por sectores, oficinas, tiendas, establecimientos de hostelería y franquicias son los espacios donde hoy se realizan más trabajos de diseño de interiores.

Buenos consejos

  • Escuchar al cliente para dar respuesta a sus necesidades y hacerle entender que el proyecto de decoración es suyo. Nosotros somos sus asesores profesionales, pero el protagonista es él.
  • Colegiarnos. Los colegios son un punto de encuentro y referencia para conseguir trabajos, hacer cursos de reciclaje, consultas, etc. Además, sólo ellos pueden visar nuestros trabajos, es decir, certificar que los realiza un profesional competente.
  • No mezclar diseño y construcción. El diseñador de interiores crea un espacio, los industriales lo «construyen», pero unos y otros deben trabajar por separado. Como mucho podemos recomendar industriales al cliente y excepcionalmente coordinar las obras, siempre que cada cuál facture por su lado.
  • Diversificarnos. Es mejor realizar trabajos de diferentes áreas (pisos, stands, tiendas?) y con varios clientes a la vez que especializarnos y tener en marcha un único proyecto.

    © Laboris