El diseñador de interiores es el profesional que crea espacios para vivir, trabajar o disfrutar. Sus conocimientos y aptitudes le permiten adecuar un espacio para un uso determinado. Una casa, un establecimiento comercial, un hotel, un teatro, un museo, incluso un barco pueden ser ‘transformados’ por él para convertirlos en lugares funcionales, seguros y con un estilo que muestra tanto su gusto como el del cliente.

Hoy en día, esta profesión no está en crisis. Los expertos opinan que lasituación económica que vive el país apenas afecta a los diseñadores de interiores, a pesar de que trabajan en uno de los sectores más afectados como es la construcción.

«Creo que las medidas previstas por el gobierno favorecen a la profesión. Por ejemplo, la propuesta de conceder ayudas para la rehabilitación o para la instalación de energías renovables como placas solares favorece a nuestro colectivo», señala Elvira de Gracia Gil, miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior y Decoradores de la Comunidad Valenciana. «En España la construcción está en recesión pero la rehabilitación tiene buenas perspectivas», añade Javier Cobián y Alonso, presidente del Consejo General de los Colegios Oficiales de Diseñadores de Interior.

Pero no sólo esto es bueno para estos trabajadores, la actual conciencia social les ayuda. «Vivimos en una sociedad donde cada uno quiere ser único y exclusivo y eso es lo que nosotros como profesionales podemos ofrecer. Proyectos individuales que son pensados y creados para cada una de las necesidades que el cliente nos plantea», comenta Elvira.

Y, ¿cuáles son las principales salidas laborales de los diseñadores de interiores? Muchos de estos profesionales tienen o sueñan con tener su propio estudio, no obstante, ésta no es la única vía profesional. Pueden trabajar en tiendas de muebles, revestimientos y sanitarios, de cocina, en estudios de arquitectura… En cada uno de estos lugares se puede llegar al éxito siempre y cuando se «disfrute y viva esta profesión», como recalca de Gracia. «Creo que es una profesión vocacional, o la sientes o no la sientes», concluye la experta.

«Esta profesión me enriquece continuamente como persona»

Estas son las palabras de Eduardo Jiménez Martínez, un joven interiorista y escaparatista que ha conseguido su sueño: montar su propia empresa de decoración.

«Un mundo apasionante». Así define Eduardo Jiménez Martínez todo lo que rodea a un diseñador de interiores. Él lo es y se podría decir que desde siempre, y es que siendo sólo un niño ya se le daba bien eso de plasmar en un papel espacios con criterio y estilo.

Hoy Eduardo tiene 32 años y casi podríamos decir que con una vida profesional resuelta, ya que está al frente, junto a su socio Fernando Nadales, de su propio negocio: ‘Muebles G-II. Muebles con Encanto’.

La pasión por el dibujo artístico y técnico que sentía este emprendedor en su niñez le llevó a una juventud rodeada de lápices, pinturas y ‘blocs’ de dibujos. Con sólo 16 años trabajó decorando con pintura artística locales de moda al tiempo que se volcaba en sus estudios. «Me formé en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios de Ciudad Real. Allí me especialicé en escaparatismo», explica el joven.

Aquel período formativo no le resultó complicado, pero sí lo fue el proyecto fin de carrera. «Me resultó costoso. En la vida real tienes que complacer a unos clientes que suelen guiarse por tu profesionalidad, pero ante un tribunal son muchos los ojos que te evalúan», comenta Jiménez.

Y esa vida real llegó de inmediato. Nada más dejar las aulas de la escuela ciudadrealeña Eduardo se mudó a Madrid con la idea de trabajar como interiorista y escaparatista. Lo hizo en una tienda de muebles, un lugar que le abrió las puertas del mundo de la decoración del hogar.

A partir de ahí su carrera profesional empezó a rodar hasta que consiguió lo que siempre había soñado: montar su propio negocio. «En una de las empresas en las que trabajé conocí a mi actual socio y amigo Fernando Nadales. Juntos decidimos embarcarnos en el mundo del mueble», recuerda el empresario.

Un sueño que se adelantó

Todo estaba sobre la mesa: la idea, el dinero, los conocimientos y la experiencia. Fernando aportaba a ‘Muebles G-II. Muebles con Encanto’ 25 años de experiencia en el sector y Eduardo, sus conocimientos como interiorista. «Los dos hicimos un gran equipo que hoy en día sigue funcionando», comenta Jiménez. De esto hace ya cinco años y el joven emprendedor no sólo ha visto cumplido su sueño, además, se adelantó a él. «A mis amigos siempre les comenté que quería tener mi propia empresa a los 30 y empecé la andadura a los 27 años», dice.

Los comienzos de la empresa fueron como los de muchas otras compañías que empiezan a andar: «difíciles», señala Eduardo. Los dos socios se dedicaban a diseñar los proyectos, vender y montar, en definitiva, se ocupaban de todo. Algo de lo que hoy en día han tenido que prescindir. «Ahora nos dedicamos a diseñar y estamos cara al público. Del montaje se encargan los profesionales, eso sí, bajo nuestra supervisión». Y es que lo de instalar muebles no es la especialidad de nuestro protagonista, como dice su socio Fernando, «a Edu dale un lapicero y verás, pero no le des un destornillador que te mata».

Un proyecto, un hijo

Por ‘Muebles G-II. Muebles con Encanto’ han pasado cientos de clientes que han quedado muy satisfechos, y no sólo por el mobiliario que han adquirido, también por la gran profesionalidad de sus dueños. El trabajo de ambos no termina cuando cogen los datos del pedido, siempre entregan a los visitantes el proyecto hecho a mano. La informática no va con ellos en este sentido porque, como explica Eduardo, «creo que los espacios se perciben mejor cuando se diseña a mano. Por otro lado, a nuestros clientes les gusta ver así su futura casa. Uno de ellos enmarcó y colgó la perspectiva que le hicimos de su biblioteca en un rincón de ésta».

A la hora de preguntarle sobre el balance como interiorista y dueño de su propia empresa, el joven no duda. «Daría otra vez los mismos pasos. Esta profesión me está continuamente enriqueciendo como persona, inconscientemente ejerces de psicólogo y son muchas las alegrías que te da. Y, como yo digo, cada proyecto realizado es como un hijo…», dice el interiorista, escaparatista y empresario

Y nadie mejor que todo un experto para dar consejos a todas aquellas personas que se dedican o quieren dedicarse al diseño de interiores. «Modestamente les comentaría que cada proyecto lo realicen como si fuese el último y que no hagan nada al azar. Todo tiene que tener su sentido y explicación», concluye.

Más información:

Muebles G-II. Muebles con Encanto

Polígono Industrial Villa Azaña. C/ Del Horno, 80

Numancia de la Sagra (Toledo)

Tel.: 925 516 188

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