Pol Santandreu, profesor de EADA y autor del libro de Gestión 2000, Cómo preparar un buen currículum

Aunque aparentemente el CV es un documento sencillo, comprimir la trayectoria profesional en un par de folios destacando lo importante y obviando lo secundario requiere de una cierta técnica. El profesor de EADA Pol Santandreu explica cómo lograrlo en su libro Cómo preparar un buen currículum, de Gestión 2000. En esta entrevista nos desvela las claves para conseguir que nuestro CV capte la atención de los responsables de selección de personal.

El currículum es un documento tan simple que no parece que haya mucho que explicar acerca de cómo prepararlo.

Precisamente porque es un documento sencillo, corto y concreto hay bastante que decir acerca de él, ya que no es fácil comprimir la trayectoria académica y profesional en un par de folios.

¿Qué ha de tener un buen currículum para captar la atención?

Lo primero es que quien lo envíe posea lo que se conoce como empleabilidad, es decir, que su formación, experiencia y habilidades sean ?deseables? en el mercado laboral y se ajusten a lo que se pide en la oferta de empleo. Si no, por mucho que el CV se redacte bien, la persona va a tener dificultades para encontrar trabajo. Esto, por muy obvio que parezca, no debe olvidarse nunca.

En segundo lugar, el currículum ha de tener una presentación totalmente neutra, porque no sabemos quién lo recibe, y en la forma ha de recoger sólo la información relevante de cada uno de los apartados que lo componen. Aunque la base sea siempre la misma, el CV se ha de adaptar a cada una de las ofertas que se conteste.

Los sobres grandes y los folios de colores ya no están de moda, y tanto los CV demasiado cortos, en los que, por ejemplo, sólo se indica el nombre de las empresas donde se ha trabajado, como los demasiado largos, que incluyen demasiada información, suelen ir directamente a la papelera.

En tu libro insistes en que el candidato ha de mencionar en el CV todos los trabajos que ha realizado, ¿no crees que en algunos casos puede ser contraproducente?

Pienso que no, porque eso permite al entrevistador ver la evolución profesional del candidato en cuanto al tiempo que ha pasado en cada empleo y las responsabilidades que ha ido asumiendo.

Si la trayectoria es muy heterogénea puede trasmitir sensación de dispersión, pero creo que eso es preferible a obviar trabajos, ya que si no se incluyen se pueden crear lagunas de inactividad que van a despistar a quien reciba el CV y le van a causar mala impresión.

¿Qué opinas de ?maquillar? el CV?

Que debe hacerse con mucho cuidado porque si no es «pan para hoy y hambre para mañana». Todo lo que sea engañar o camuflar con mala fe es contraproducente, además no sirve de nada porque durante la fase de la entrevista, en la que se contrasta la información del CV, en seguida se detecta si el candidato ha mentido.

Ni siquiera soy partidario de ?maquillar? el CV en los casos en que las circunstancias personales de quienes lo envían -discapacitados, mayores de 40 años, etc.- puedan limitar sus posibilidades de acceder a un empleo. Es delicado aconsejar sobre si hay que incluir o no según qué información. Un discapacitado, por ejemplo, no tiene porqué decir que lo es, pero bajo mi punto de vista es mejor no obviar ningún dato que más tarde pueda causar sorpresa al entrevistador. ?Maquillar? el CV no ha de significar ocultar lo que nos parezca negativo sino destacar lo positivo.

Años atrás pasar muchos años en una empresa era sinónimo de fidelidad, hoy se interpreta como estancamiento.

Es cierto, pero haber pasado mucho tiempo en una misma compañía no significa que no hayamos evolucionado, seguro que hemos desempeñado distintas funciones. Eso es lo que tenemos que destacar en el CV, por ejemplo indicando por períodos temporales los cargos que hemos ido ocupando y las funciones que hemos ido asumiendo. Eso, además, sirve para ?alargar? el apartado de experiencia laboral.

Otro buen ejemplo de cómo destacar lo positivo consiste en jugar con el orden cronológico. Lo habitual es indicar los datos más recientes al principio de la página, pero si el último puesto que ocupamos no era tan relevante como los de hace unos años, será mejor empezar por lo más antiguo.

También se puede jugar con el orden de los bloques que constituyen el currículum. Si nuestro nivel de estudios es alto, pero tenemos poca experiencia, cosa que es muy habitual entre los recién titulados, deberemos empezar por el apartado de formación. Si por el contrario tenemos pocos estudios, pero poseemos una larga trayectoria profesional, que es algo que les sucede a muchas personas de cierta edad, lo mejor es empezar por el bloque de la experiencia y dejar el de la formación para la parte final del currículum.

¿Vale la pena mencionar que tenemos previsto iniciar unos nuevos estudios?

Yo pienso que sí, sobre todo si son cursos de especialización, masters o postgrados relacionados con la oferta de empleo a la que se contesta. Indicar que vas a empezar nuevos estudios es como hacer una declaración de intenciones.

Lo que transmite al entrevistador es que te has marcado una meta y, por tanto, que eres emprendedor, tienes visión de futuro y perspectiva estratégica, y que dentro de poco vas a aportar un valor añadido al puesto de trabajo que se ofrece.

Pero lo de empezar un curso debe estar en consonancia con tu trayectoria. Si hace 20 años que no estudias nada y de repente dices que vas a hacer un master y dos postgrados nadie te va a creer.

¿Hasta qué punto juega a tu favor adjuntar al CV la carta de presentación?

Si no sabes qué poner, mejor que no la envíes, pero si redactas bien y tienes claro el contenido, la carta de presentación te puede ayudar a diferenciarte de otros candidatos. Sirve para destacar tu interés por el puesto de trabajo que ofrece la empresa y, al incluir elementos como la fecha, facilita al entrevistador la clasificación cronológica de tu currículum.

Enviar CV indiscriminadamente puede ser muy frustrante. ¿Es mejor ser selectivo?

Las ofertas son cada vez más neutras, no especifican tan claramente como hace unos años la formación y la trayectoria laboral que se requieren. Eso hace que a veces sea difícil saber si tu perfil se ajusta realmente a lo que necesitan.

Yo recomiendo enviar el CV a todas las ofertas a las que uno crea que puede optar, aunque no lo tenga claro. Si luego no te contestan, no has de frustrarte, has de seguir intentándolo.

La mayoría de manuales sobre búsqueda de empleo recomiendan hacer envíos espontáneos de CV. ¿Sirven de algo?

En ocasiones, sí, pero sólo si no tienes prisa en encontrar trabajo y has de enviar como mínimo unos cien. Lo más probable es que la empresa no esté buscando personal de tu perfil en ese momento, pero se quedará con tu candidatura y cuando tenga una vacante, si tu CV le pareció interesante, te llamará.

Si necesitas un empleo con urgencia es mejor que envíes el CV a ofertas concretas y que el mailing espontáneo, registrar tu CV en las bolsas de trabajo de empresas que tienen web y dejarlo en los portales de empleo sean vías complementarias.

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