Las mujeres traen beneficios a las empresas. Sobre todo si forman parte del comité de dirección de éstas. El estudio ‘The Bottom Line’, que ha sido realizado por la organización americana Catalyst, así lo afirma en una de sus principales conclusiones.

Este análisis se hizo público durante la celebración del ‘I Congreso Internacional Alares sobre Calidad de Vida y Competitividad Empresarial’, que acaba de celebrarse. Allí, la directora para Europa de Catalyst, Eleonor Tabi Haller-Jorden, dio a conocer los resultados del estudio, que vincula unos mejores resultados financieros a la presencia femenina en las cúpulas directivas. «El resultado del estudio es claro: las pruebas que demuestran el valor económico de la participación de las mujeres en las empresas son aplastantes. Son cifras que definen un nuevo camino empresarial».

Para llevar a cabo esta investigación, se tomó como base a las empresas integrantes del ranking Fortune 500, siendo la referencia tres índices económico-financieros fundamentales: el ROE, o rentabilidad sobre recursos propios; el ROS, o rendimiento de las ventas; y el ROI, o retorno de la inversión.

Para facilitar las cosas, el estudio dividía las compañías participantes en dos grandes grupos: uno integrado por las 132 firmas con más mujeres presentes en sus cúpulas directivas y otro formado por las 129 que tiene una presencia más reducida.

Y los resultados son claros. ROE, ROS y ROI son mayores en las empresas con más mujeres en su equipo directivo (53, 42 y 66 por ciento superior respectivamente).

Integrar el talento

La siguiente cuestión que se plantea es si resulta necesario apostar por las mujeres en detrimento de los hombres. Y nada más lejos de la realidad. Lo que deben hacer las empresas, según explican desde Catalyst, es realizar una integración que sume el talento de las personas, sin apartar a nadie por un tema de género. Según Eleonor Tabi, «cuando las mujeres son excluidas de la dirección de la empresa, se renuncia a una forma de pensar y organizar, y a un modelo de dirigir diferente y enriquecedor y esto produce, sin duda alguna, una pérdida de la productividad y, por tanto, de los beneficios empresariales».

En la misma línea, la directora de Catalyst para Europa afirmaba que «el talento no está asociado a ningún sexo y, si hay problemas para contratar talento, se perderá en productividad». De hecho, la retención del talento, junto con el reclutamiento y la selección, son los grandes problemas a los que se enfrentan las empresas en estos momentos. «Aquellas compañías que apliquen políticas de género efectivas tendrán más reputación y, por tanto, ventajas a la hora de captar el talento y retener a sus empleados».

Una revisión de los viejos estereotipos

Uno de los retos de este siglo es alcanzar la igualdad real mediante la revisión de los viejos estereotipos que «limitan y obstaculizan la libertad de las mujeres». Así lo afirma la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, Carmen Martínez Ten, en el prólogo del libro ‘Las mujeres en la dirección de empresas’, del que también es coordinadora junto con la licenciada en Filología Clásica, Pilar González.

Esta obra recoge las 13 ponencias debatidas durante cinco días en el seminario celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, entre el 3 y el 7 de julio de 2006.

Un total de 13 reconocidas personalidades participaron en este encuentro, entre ellos, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, que habló sobre la paridad en la toma de decisiones en el ámbito económico. El director de la oficina del consejero delegado de Barclays, Javier Amo, analizó la situación y programas de actuación sobre conciliación, igualdad y diversidad en la entidad.

Las trabajadoras potencian la conciliación

Las compañías que cuentan con mayoría de personal femenino, suelen ofrecer una cultura empresarial conciliadora.

La incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido el factor determinante para conseguir que las firmas se mostraran más flexibles en materia de conciliación laboral. «Las empresas que tienen mayor número de mujeres en su plantilla han desarrollado mayores políticas de conciliación», según puede leerse en el estudio ‘Conciliación Empresa-Familia en el Sector Financiero’.

Este documento ha sido elaborado por el Centro Internacional de Trabajo y Familia del IESE-Universidad de Navarra, como parte de la colección ‘Estudios Alares-IESE’ sobre conciliación, vida familiar y personal.

La situación anteriormente mencionada se ve acentuada en el sector financiero. «Hay empresas donde más del 75 por ciento es mujer en la plantilla. En estos casos se da una cultura empresarial dentro del entorno de trabajo y están establecidas unas políticas de conciliación que son esenciales y, además, se realizan prácticas familiarmente responsables. Por contra, cuanto mayor es el porcentaje de empleados temporales en una plantilla, menor es la implantación de estas políticas de conciliación».

Cuando las mujeres tienen una doble jornada (en el trabajo y en el hogar), tienden a impulsar medidas que les permitan contabilizar ambos ámbitos. Y esta situación se hace más evidente en el sector financiero donde, según el estudio, la rentabilidad es muy valorada y esta necesidad se hace aún mayor.

Según datos de la Asociación Española de Banca, recogidos en el estudio del IESE, de los más de 100.000 empleados que trabajan en las oficinas bancarias, el 65 por ciento son hombres y el 35 por ciento mujeres.

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