Los jefes suelen centrar el tema de muchas de las conversaciones que transcurren en el día a día laboral. Normalmente, para criticarlos, mal que les pese a alguno de ellos. Porque si de algo se enorgullece la mayoría de los superiores es de su buen hacer. Opinión que no siempre es compartida por sus subordinados. Así lo afirma un estudio realizado por la consultora Hudson entre un total de 1.050 profesionales europeos.

El 92 por ciento de los directivos consultados se considera un jefe muy bueno o excelente. Pero sólo un 67 por ciento de los empleados valora de forma positiva las habilidades directivas que poseen sus superiores. Y un diez por ciento realiza una evaluación negativa. Aquellos empleados que, a su vez, cuentan con un cargo directivo, son quienes consideran que sus jefes hacen bien su trabajo (un 73 por ciento), cifra que desciende hasta el 63 por ciento en el caso de quienes no ostentan esta categoría.

Curiosamente, la mayoría de las veces los superiores desconocen cómo son percibidos por sus empleados, ya que sólo un 26 por ciento de éstos ha realizado una evaluación formal del desempeño de sus jefes. Preguntados por la formación específica para el desarrollo de su labor de mando, uno de cada cuatro superiores reconoce que no ha contado con ninguna preparación concreta en habilidades directivas y liderazgo.

La labor a examen

Cuando los empleados tienen que realizar evaluaciones de sus superiores (el 26 por ciento de los encuestados las hace), afirman que los resultados de éstas suelen ser tenidos en cuenta por la empresa (en el 73 por ciento de los casos).

Una de las herramientas más habituales para llevar a cabo este análisis es la evaluación 360º. Se trata de un cuestionario que se realiza entre las personas que conforman el entorno profesional que permite obtener información sobre el comportamiento del superior y que sirve para comparar los resultados con la percepción que uno mismo tiene.

«Las evaluaciones no pueden dar una visión completa del desempeño de los mánager si en ellas no está contemplada la percepción que tienen de ellos los trabajadores que les reportan», explica el director del área de consultoría de Hudson, Fernando Guijarro. «Las evaluaciones 360º no sólo son una buena oportunidad para valorar las capacidades de un empleado como mánager, sino también para hacer ver a los trabajadores que sus opiniones se tienen en cuenta, sin importar dónde se sientan en la organización».

Ponte en su lugar

¿Te gustaría que te ofrecieran el puesto de tu jefe en caso de que éste se fuera de la empresa? Ante esta pregunta, el 41 por ciento de los empleados da un sí por respuesta, aunque sólo el 54 por ciento de ellos quiere el puesto de verdad.

¿Quiénes se muestran más partidarios con esta opción? Los subordinados que ya tienen un cargo directivo y aquellos trabajadores que se encuentran cercanos al final de su carrera laboral (los que tienen entre 50 y 64 años) son los más propicios a quedarse con el puesto del jefe.

Igualmente, esta preferencia es mayor entre los hombres que entre las mujeres, fundamentalmente por temas relacionados con la conciliación. Como señala la consejera delegada de Hudson España, Montserrat Luquero, «todavía hay muchas mujeres que renuncian a su vida profesional o a una carrera más brillante por la imposibilidad de compatibilizarla con su vida personal. Éste es un síntoma evidente de que las cargas familiares siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres».

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