La Ley de Igualdad aprobada por el Gobierno el pasado mes de marzo tenía como uno de sus objetivos principales «hacer efectivo el principio de igualdad de trato y la eliminación de toda discriminación contra la mujer en cualquier ámbito de la vida o actuación pública o privada», en palabras del Ministerio de Trabajo. De este modo, la norma marca un plazo de ocho años (desde su puesta en marcha) para que las empresas con más de 250 trabajadores incluyan en sus Consejos de Administración una cifra de mujeres que permita alcanzar una presencia equilibrada de ambos sexos.

Sin embargo, el último ‘Estudio sobre igualdad’ realizado por la consultora Towers Perrin señala que los comités de dirección de las compañías españolas están formados por hombres en un 85 por ciento, mientras que la participación femenina se reduce a un 15 por ciento. El estudio analiza un total de 20 firmas españolas de diferentes sectores: banca, energía, sector inmobiliario, turismo, alimentación, medios de comunicación e industria general.

Igualmente, el estudio muestra cómo las empresas nacionales siguen siendo fundamentalmente masculinas: el 63 por ciento de las firmas analizadas está formado por hombres mientras que las mujeres sólo suponen un 37 por ciento. Y, sin embargo, el 51 por ciento del capital intelectual de nuestra sociedad está formado por mujeres, según se desprende del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Además, el informe destaca el hecho de que ya son más las mujeres que entran en las empresas que los hombres: un 53 por ciento de ellas frente al 47 por ciento de ellos. Igualmente, 37 de cada 100 personas identificadas como de alto potencial son mujeres, porcentaje que coincide con la distribución de la población (de cada 100 empleados, 37 son mujeres).

Más fijos que fijas

La igualdad tampoco alcanza el ámbito de la contratación. De este modo, del 86 por ciento de contratos fijos que realiza una empresa, el 58 por ciento es para los hombres y el 42 por ciento para las mujeres. Y del 14 por ciento de contratos temporales, el 53 por ciento es suscrito por ellas y el 47 por ciento por ellos.

Pese a esta inestabilidad contractual, las mujeres se muestran más fieles con sus empresas. De este modo, el informe señala que la mayor parte de quienes abandonaron su trabajo de forma voluntaria durante 2006 fueron hombres (un siete por ciento), cifra superior al de renuncias femeninas (cinco por ciento).

Curiosamente, a la hora de preguntar por la causa de estos abandonos, se hace más mención a la carrera profesional que a la conciliación entre la vida laboral y la personal.

La reducción de la jornada también es mucho más solicitada por las mujeres, al considerarla la medida más eficaz para llevar a cabo la mencionada conciliación. Esta medida conciliadora es adoptada por el nueve por ciento de las trabajadoras frente al cinco por ciento que prefiere otras alternativas.

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