Cuando se piensa en trabajadores de otros países europeos, lo primero que suele venirse a la cabeza es que los del resto del continente cobran más porque -como se dice habitualmente- el nivel de vida es más alto. ¿Pero sabías que puede llegar a haber una diferencia de 145.000 euros brutos anuales de un país a otro para el mismo puesto?

Éste es uno de los datos que la consultora Hays recoge en su último informe sobre salarios internacionales, donde revela que, además, la media del salario bruto anual puede llegar a variar hasta un 264 por ciento para un mismo puesto. Ahora bien, esta diferencia no es igual en todos los sectores, siendo el de la banca el más afectado: un director de banca privada que ejerza sus funciones en Suecia puede cobrar unos 200.000 euros, mientras que si lo hace en Francia su sueldo bruto anual descendería hasta los 55.000 euros. En este caso, un español recibiría 95.000 euros.

Al contrario de lo que ocurre en la banca privada, los franceses se colocan a la cabeza en el ámbito de las finanzas: un director financiero regional alcanza los 110.000 euros. Los españoles, en cambio, cobrarían de 73.000 euros al año.

Otros sectores

El documento elaborado por Hays hace referencia a otros ámbitos laborales, como el de la tecnología de la información. Director de sistemas y telecomunicaciones es el cargo más demandado en este sector. Y lo es en todos los países, si bien las diferencias salariales de un territorio a otro son bastante importantes. Así, mientras en Suecia el sueldo medio para este cargo es de 63.000 euros y en España alcanza los 50.000, en Polonia es cercano a los 17.500.

Las diferencias en el sector del marketing y las ventas, donde el puesto más demandado es el de director, no son tan acentuadas como en otros ámbitos: el sueldo medio se sitúa en toda la UE entre los 100.000 y los 70.000 euros anuales, aunque estas ligeras diferencias aumentan fuera del continente.

Pero las variaciones menos significativas se localizan en el ámbito farmacéutico y en el legal. Respecto al primero, es el puesto de director médico el que más importancia está adquiriendo. Las funciones que se asocian a este cargo se diferencian poco de un país a otro, por lo que el salario tampoco sufre muchas alteraciones. Así, un director médico en España cobraría 100.000 euros brutos al año, en Polonia recibiría 114.000 y en Francia 87.000 euros.

También tienden a equipararse los salarios del corporate lawyer, el cargo más importante dentro del ámbito legal. Su sueldo en España sería de 85.000 euros, en Francia de 90.000 y en Holanda alcanzaría los 105.000. No obstante, la paridad en el salario no se corresponde con la de sus métodos de trabajo y niveles de exigencia.

Un punto en común

El documento sobre salarios internacionales elaborado por Hays también hace referencia al ámbito de la ingeniería y la construcción, donde se observa un aumento de la importancia del responsable de instalaciones. Sin embargo, lo que más llama la atención es la proximidad de los salarios anuales brutos ofrecidos para este puesto de un país a otro. En concreto, en todos los territorios la remuneración oscila de los 50.000 a los 60.000 euros. Las diferencias vienen de la mano de las funciones asociadas a este puesto, que a pesar de ser comunes en todos los países, presenta variaciones en tareas como las inspecciones periódicas, el control financiero, el asesoramiento o la gestión del personal.

Para la consultora, estas pequeñas diferencias pueden ser las causantes de las variaciones a nivel salarial.

¿Por qué un gallego cobra menos que un madrileño?

El coste salarial de los trabajadores de la capital es el más alto, superando a la media nacional en 310 euros.

Si trabajas en Madrid, Navarra, País Vasco o Cataluña, estás de enhorabuena porque, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes al último trimestre de 2007, son las regiones españolas en las que los salarios son más altos. Todo lo contrario a lo que ocurre en Castilla y León, donde el coste salarial por trabajador se sitúa en los 1.685 euros, 432 menos que en Madrid y 122 por debajo de la media española. ¿Por qué sucede esto? Es posible que esta situación se produzca porque tanto Madrid como el resto de comunidades con salarios altos son regiones con zonas industriales importantes y con fuerza económica.

Pero los trabajadores castellano-leoneses no son los únicos afectados por salarios bajos. Les acompañan los murcianos, los gallegos, los manchegos y los canarios, que cobran menos que los primeros. Y todo a pesar de que los sueldos de estos últimos trabajadores han sido los que han experimentado un crecimiento más acentuado a lo largo del último año.

En concreto, han sido Baleares, Galicia, Asturias, Murcia, Aragón, Canarias y Castilla-La Mancha las comunidades con los incrementos más altos, superiores al cinco por ciento.

¿‘Mileuristas’?

A pesar de que los datos del INE colocan a la Comunidad de Madrid en primera posición en cuanto al coste salarial, los de CC.OO. no revelan lo mismo. Y es que, según el sindicato, el salario de nueve de cada diez madrileños no llega a los mil euros; es decir, apenas un diez por ciento es ‘mileurista’.

Es más, CC.OO. denuncia que un menor de 25 años en Madrid cobra un 45 por ciento del salario medio y uno de 18 años puede llegar a recibir tan sólo el 20,8 por ciento de éste. Las diferencias disminuyen a medida que aumenta la edad del trabajador. Así, según el sindicato, un joven madrileño de 25 a 35 años puede cobrar un 88,4 por ciento del salario medio, por lo que el secretario de Acción Sindical, José Manuel Juzgado Feito, concluye que «hay que esperar a tener más de 35 años para comenzar a cobrar un salario equivalente al salario medio».

Los datos son aún más alarmantes si se miden las retribuciones percibidas con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). En este sentido, CC.OO. pone de manifiesto que el 56 por ciento de los jóvenes recibe salarios por debajo del SMI; es decir, «no cobran ni 600 euros al mes», afirma Juzgado Feito.

La subida pactada en el primer trimestre alcanza el 3,39 por ciento

El Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva establece tres variables por las deben regirse todos los convenios: la revisión salarial, el reparto negociado de la productividad y la previsión de la inflación.

El incremento salarial medio pactado en los convenios colectivos hasta marzo ha sido del 3,39 por ciento, un punto por debajo del IPC pero cinco décimas mayor que el registrado en el mismo mes del año pasado, cuando alcanzó el 2,88 por ciento.

Estas negociaciones colectivas se rigen por el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva (ANC), que recomienda que las subidas salariales se pacten en función de tres variables: el reparto negociado de la productividad, la inclusión de cláusulas de revisión salarial para garantizar el poder y la previsión oficial de la inflación, del dos por ciento. En el tercer mes del año, se firmaron 2.439 convenios, que recogían una jornada laboral media de 1.744 horas anuales y que afectaban a 5.624.387 trabajadores. De estos acuerdos, más de la mitad (1.799) eran de empresa y afectaron a 550.854 empleados. La subida salarial media pactada en estos casos alcanzó en marzo el 2,74 por ciento y contemplaban una jornada laboral de 1.707 horas anuales.

Los otros 640 convenios firmados en marzo fueron sectoriales. La subida pactada en éstos fue mayor que la registrada en los de empresa, del 3,46 por ciento. Sin embargo, las jornadas laborales contempladas en todos ellos también es mayor y alcanza las 1.748 horas.

Sueldos declarados en huelga

La remuneración media de los españoles ha experimentado un «estancamiento» desde el año 2000, según datos de CC.OO.

El «excesivo» volumen de contratación temporal ha sido el factor determinante en el «estancamiento» del salario medio real de los españoles desde el año 2000. Esto es lo que opina CC.OO., que considera que esta tendencia es el resultado del recorte del crecimiento del empleo y del aumento de los beneficios empresariales.

Entre 2000 y 2006 aumentó la demanda de puestos que requerían mayor cualificación, incrementándose la ocupación en este terreno un 1,6 por ciento. Por el contrario, los trabajos no cualificados crecieron en este período un 2,1 por ciento.

Se trata de una evolución que, según el sindicato, ha influido en el desarrollo de la estructura salarial, ya que los trabajadores con sueldos más bajos han ido ganando peso en el mercado. Muestra de ello es que en 2004, el 35,7 por ciento de los trabajadores obtenía un salario bruto inferior a los 16.000 euros. Una década antes, en 1994, formaba parte de este colectivo un 32,2 por ciento de empleados.

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