¿Jubilación? De eso ni hablar

Si hay un momento que ansía todo trabajador a lo largo de su vida profesional es el de la jubilación. Pero parece que ésta forma parte del cuento de nunca acabar, pues cada vez son más los países que retrasan la edad de retirada. Es lo que afirma Mercer en su Introducción a los planes de beneficios a nivel mundial: una guía para empresas multinacionales, donde revela que, al fin y al cabo, el aumento de la esperanza de vida es la causante de esta tendencia.

O dicho de otro modo, para la consultora, el retraso de la edad de jubilación está producido por la necesidad de controlar por parte de los gobiernos el incremento de los costes de Seguridad Social originados por la prolongación de la esperanza de vida. Es, en definitiva, «una respuesta a la situación actual que se complementa con otras medidas», subraya el socio de Mercer, Vicente Pérez Jaime.

De este modo, aunque en España la edad normal para retirarse es de 65 años, es previsible que se retrase incluso hasta los 70 a través de una serie de regulaciones. ¿Qué obtiene el trabajador de todo esto? Un aumento del porcentaje de la prestación que reciba cuando se jubile.

Si nos comparamos con otros Estado, observamos que en nuestro país la edad de retirada es considerablemente alta. Así, en Austria la edad actual de jubilación es de 60 años, aunque aumentará gradualmente hasta los 65 años. Eso sí, lo hará entre 2024 y 2033.

En la República Checa, aunque lleva ascendiendo de dos en dos meses anualmente desde 1996, aún está lejos de llegar a los 65 años de España. En este país se espera que en 2013 la edad de jubilación de los hombres sea de 63 años y de 59 a 63 años para las mujeres. En este último caso, la edad dependerá del número de hijos. Por su parte, Hungría espera elevarla hasta 2020 de 61 y 62 años a los 64 en el caso de las trabajadoras y de 62 a 65 en los hombres. No obstante, se prevé que en este país aumente a 68 en las mujeres y a 69 en los hombres hasta 2050.

La situación en Dinamarca y Alemania es similar a la española. En el primer país, la edad de jubilación ascenderá de los 65 a los 67 años entre 2024 y 2027. Del mismo modo, la edad de retirada de los trabajadores alemanes ascenderá también de los 65 a los 67 años, pero entre 2014 y 2029.

Fuera de Europa

Más allá del viejo continente, la edad de jubilación también se retrasará. Muestra de ello es que en Japón se ha incrementado de los 60 a los 65 años. Asimismo, en Singapur se pretende aumentar la edad de retirada de los 62 a los 67 años y en Corea del Sur de 60 a 61 años en 2013. En este último país, sin embargo, la edad de jubilación aumentará un año cada cinco hasta alcanzar los 65 años.

Un dato curioso lo ofrece Estados Unidos. En aquel país, la edad de jubilación depende del año de nacimiento del trabajador. De este modo, los que hayan nacido en 1937 o antes podrán retirarse a los 65 años, mientras que los nacidos después de 1960 tendrán que jubilarse a partir de los 67 años. También es curiosa la situación por la que pasa Canadá, donde se está intentando eliminar la edad de jubilación obligatoria.

Por su parte, Australia aumentará la edad mínima de jubilación de las mujeres a 65 años para igualarla a la de los hombres.

Retirarse antes de los 60

Por extraño que pueda parecer, aún hay países donde la edad de jubilación no llega a los 60 años, aunque siempre referidos a las mujeres. Según los datos ofrecidos por Mercer en su ‘Introducción a los planes de beneficios a nivel mundial: una guía para empresas multinacionales’, en Taiwán, Vietnam y Venezuela las trabajadoras pueden jubilarse a los 55 años.

Asimismo, la edad de jubilación de las profesionales asalariadas chinas es de 55 años, cifra que desciende a los 50 en el caso de otras trabajadoras. En Colombia, Rusia e Indonesia, las mujeres también se pueden jubilar a los 55 años. Es más, en este último país esa edad también es aplicable a los hombres.

La edad más baja la ofrece, sin embargo, Turquía. En este país, las mujeres dadas de alta antes del 8 de septiembre de 1999 pueden jubilarse entre los 41 y los 52 años, en función del número de años cotizados.

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