La ralentización económica que se trasluce del análisis de los datos macroeconómicos nacionales no son nada halagüeños para los nuevos emprendedores, ya que el número de trabajadores dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) se estancó por segundo trimestre consecutivo, al pasar de los 3.403.411 autónomos en diciembre de 2007 a los 3.405.406 en junio del presente ejercicio.

Tras conocer la fría realidad de las cifras, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, expresó su «preocupación» por los resultados y señaló que son «un reflejo de la actual crisis económica’, aunque puntualizó que el de los autónomos es el único régimen de la Seguridad Social, junto con el del hogar, que tiene «un crecimiento positivo».

Además, Amor consideró «necesario» fomentar la cultura emprendedora desde la infancia por tratarse de una alternativa «real y efectiva» para la reinserción en el mercado laboral.

Levísimo crecimiento

Según las últimas estimaciones de la RETA, el número de autónomos experimentó un crecimiento del 0,14 por ciento en el primer trimestre, al pasar de los 3.403.411 emprendedores a finales del pasado año a los 3.408.110 en marzo del presente ejercicio. En el segundo trimestre, la cifra descendió ligeramente (-0,079 por ciento), hasta llegar a los 3.405.406 trabajadores por cuenta propia.

Por comunidades autónomas, Baleares lideró el crecimiento en el primer semestre con una subida del siete por ciento, seguida -por este orden- de Ceuta y Melilla, Extremadura y Madrid, y Andalucía.

Cantabria registró un crecimiento cero, y ya con cifras negativas destacaron Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña, Castilla y León, Murcia, Asturias, Canarias, Comunidad Valenciana y País Vasco.

Por su parte, Galicia, Navarra y La Rioja fueron las tres comunidades que experimentaron los descensos más acusados.

En términos absolutos -por este orden-, Islas Baleares, Madrid y Andalucía fueron las comunidades que registraron un mayor número de nuevos autónomos.

En un análisis detallado por sectores, los mayores incrementos se experimentaron en hostelería y actividades inmobiliarias y de alquiler, respectivamente, durante el primer semestre del año.

Por el contrario, la construcción, la agricultura, la industria y el comercio vieron descender el número de nuevos emprendedores.

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