Jornada laboral, sueldo, vacaciones… Éstas son sólo algunas de las palabras que vienen asociadas al mercado de trabajo, como también lo están niños, canguros o au-pair. Porque hablar de conciliación laboral es hablar también de niños y de quién se hace cargo de ellos cuando sus progenitores están trabajando. Entra en escena el cuidador, una figura que cobra importancia conforme la mujer se va incorporando a la vida laboral.

Se trata, por tanto, de un perfil cada vez más presente en el mercado de trabajo al que, además, le espera un futuro prometedor. «Se prevé que la demanda de cuidadores siga creciendo por la progresiva incorporación de la mujer al trabajo retribuido», sostiene el director general de Más Vida Red, Alberto García Francos. No obstante, «la previsión es que vaya creciendo más rápido la demanda que la oferta de personas formadas para el cuidado de niños». Y es que si algo caracteriza al sector de los cuidadores en España, eso es una bolsa limitada de profesionales capacitados para hacerse responsable de los pequeños cuando sus padres no pueden.

¿De qué se puede encargar un cuidador? Sus tareas son muy variadas. Desde llevar a los menores al colegio hasta cuidarlos en casa, pasando por jugar con ellos. Es recomendable, por tanto, contar con una formación específica en el cuidado de niños (Puericultura, Educación Infantil), aunque en este sector «la clave es que tenga experiencia», subraya García Francos. Aunque nunca está de más contar con la suficiente juventud (entre 20-30 años) como para poder responder a la vitalidad de los más pequeños.

En empresas o por cuenta propia

Si reúnes todas estas características y buscas empleo, no esperes más, el mercado de los canguros te está esperando. Ahora bien, puedes entrar en él de dos formas: a través de una empresa o por tu cuenta.

Existen entidades especializadas que ofrecen servicios de cuidado de niños. En este caso, la empresa es la que se encarga de buscar, entre sus profesionales, a la persona que mejor se adapte a las necesidades de los progenitores.

No obstante, el método tradicional sigue funcionando en este sector y son muchos los padres que contratan a cuidadores sin mediar con una empresa. En este caso, se dejan guiar por las recomendaciones de otros padres, aunque también es importante el papel que ejercen los anuncios en periódicos o páginas web especializadas.

Las aptitudes más importantes

Al margen de la formación y la experiencia, el cuidador de niños debe contar con una serie de aptitudes. El director general de Más Vida Red, Alberto García Francos, las resume en:

  • Responsabilidad.
  • Madurez. El cuidador debe ser una persona madura; es decir, «que no pierda la calma ante una situación adversa y poder resolverla».
  • Vitalidad. Hacer un cuidado activo de los niños (jugando con ellos, acompañándoles al colegio, etc.) supone esfuerzo, dedicación y, sobre todo, fuerza para poder resistir. De ahí la importancia que gana el factor juventud.

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