¿Estás a gusto en tu lugar de trabajo? ¿Te irías a otra empresa? ¿O, por el contrario, preferirías permanecer en ella pero con algunos cambios? De momento, el 62 por ciento de los trabajadores está satisfecho o muy satisfecho, al menos en términos generales, con su trabajo, mientras que sólo un ocho está poco o nada satisfecho con él. Esto es lo que se desprende del Estudio Anual Cátenon de satisfacción laboral y calidad de vida 2008, en el que, además, se deja ver que la mitad de los españoles está contento (e, incluso, muy contento) con su sueldo: sólo el 14 por ciento de los trabajadores piensa que está mal pagado.

No obstante, las respuestas a las anteriores preguntas pueden variar en función del trabajador, la empresa y la región, pero, sobre todo, de la calidad de su entorno laboral. Y es que se trata de un factor básico, sobre todo mirando desde el punto de vista de la productividad. Un factor que, sin embargo, ha experimentado cierta mejora en los últimos años. De hecho, según el Estudio Manpower Professional de Calidad Laboral, ésta ha aumentado un 9,6 por ciento entre 2001 y 2006, algo que «demuestra que las empresas han introducido este concepto en su gestión diaria para mejorar, así, su responsabilidad», añade al respecto la directora de Manpower Professional, Dolors Poblet.

¿Qué aspectos se han potenciado más? Sobre todo, el de la igualdad de género y el de inclusión y acceso al mercado de trabajo. Al menos, así se desprende del estudio de Manpower, si bien también se ha favorecido la diversidad y la no discriminación. Sin embargo, la productividad del trabajo y la calidad del puesto de trabajo concreto apenas se han mejorado.

Polos opuestos

Moviéndonos dentro de España, las regiones con mayor calidad laboral son Baleares, La Rioja y Cataluña. Otras, como Madrid, Navarra, Canarias o Aragón se sitúan en niveles medios, mientras que los peores resultados van a parar a Castilla-La Mancha, Andalucía y Asturias.

Las diferencias también vienen determinadas por sectores y puestos. Respecto a los primeros, durante el período citado ha mejorado en todos, si bien el ámbito de los servicios financieros a empresas es el que registra la mejor calidad de trabajo. Aunque también es importante de la que gozan sectores como el de la energía, química, caucho y metalurgia; maquinaria, material eléctrico y de transporte; Administración Pública, educación y sanidad; y transportes y telecomunicaciones.

Por su parte, la categoría profesional con mayor calidad es la que el informe de la ETT llama ‘Directivos y profesionales’. Y lo es con bastante diferencia (15 puntos) respecto a las demás. Éstas son ‘Técnicos y trabajadores cualificados’ y ‘Operadores y trabajadores no cualificados’. Por tamaño de empresa, las grandes son las que proporcionan mayor calidad laboral, seguidas de pymes y autónomos.

Factores que valen más de un puesto

La flexibilidad horaria, el teletrabajo o la posibilidad de reducir la jornada son algunos de los factores que más influyen a la hora de valorar de forma positiva un empleo.

La calidad en el trabajo se mide, en gran parte, por las oportunidades que éste ofrezca para conciliar la vida personal y la laboral. Sin embargo, no son pocos los que piensan que hay que sacrificar la primera para tener éxito en la segunda. De hecho, opinan así tres de cada cuatro españoles (72 por ciento), según el último ‘Estudio Anual Cátenon de satisfacción laboral y calidad de vida 2008’.

Para cambiar esta tendencia y facilitar la conciliación, son varias las propuestas que hacen los trabajadores. La primera de ellas, defendida por un 73 por ciento de los encuestados por Cátenon, es la de proporcionar un horario flexible. Aunque también se valora la distribución libre de horas laborales a lo largo del año (46 por ciento), el teletrabajo (36) y la posibilidad de reducir la jornada laboral o, incluso, solicitar una excedencia (19).

No obstante, dentro del pensamiento de renunciar a la vida personal para tener éxito en la laboral existen ciertos matices. Por ejemplo, el 72 por ciento de los empleados españoles estaría dispuesto a renunciar a parte de su sueldo sólo para mejorar su calidad de vida. Eso sí, la mayoría de ellos sacrificaría sólo un diez por ciento del salario.

El sexo marca la diferencia

Las preferencias cambian, sin embargo, en función de si se pregunta a un hombre o a una mujer. Así, ellos valoran, sobre todo, la responsabilidad y la autonomía en su puesto de trabajo, aunque no descartan el reconocimiento dentro de la compañía y sentirse bien pagados.

Las trabajadoras, sin embargo, valoran más el buen ambiente laboral y la flexibilidad de horarios. Aunque coinciden con los hombres en un aspecto: a ellas también les gusta que su trabajo sea reconocido en la empresa.

Ahora bien, si llega la hora de cambiar de empleo, el factor que más incita a unos y a otras a hacerlo es el relacionado con la retribución económica. Pero después de esto, lo que más valoran ellos es la responsabilidad del nuevo puesto y las posibilidades de promoción, mientras que las mujeres consideran más importante, después del sueldo, las posibilidades de promoción y la flexibilidad de horario.

«Buscamos disfrutar en el trabajo que hacemos día a día»

La editorial Wolters Kluwer ocupa este año la segunda posición de la lista ‘Best Place to Work’. Y por algo será. El director de Recursos Humanos de esta compañía, Félix Alarcón, habla de ello.

Promover el bienestar de los trabajadores y, de este modo, optimizar los resultados de la empresa. Ése es uno de los objetivos principales de entidades como Wolters Kluwer. Y para conseguirlo, nada mejor que crear un ambiente favorable de trabajo. Pero, ¿cómo? «Yo destacaría el trato de los jefes», subraya el director de Recursos Humanos de esta compañía, Félix Alarcón. En su opinión, desde Wolters Kluwer se intenta llevar a cabo una «política creativa y participativa, pero esto es sólo el ‘marketing’. Lo importante es que la gente que ‘manda’ quiere que ésta sea una compañía muy atractiva para trabajan y donde esta sensación sea compartida por todos».

El compromiso de los empleados, la sinceridad de la dirección y la consciencia de que, ante todo, el trabajador es persona son otros de los factores que Alarcón cita a la hora de mejorar el ambiente laboral de la plantilla. Sin embargo, entre los motivos que llevan a citarlo no sólo alude a la mejora del bienestar y, con él, de los resultados, sino que también subraya la importancia de disfrutar del trabajo. «En Wolters Kluwer buscamos disfrutar en el trabajo que hacemos día a día», sostiene.

Grandes beneficios

El director de Recursos Humanos de esta compañía defiende, además, que siempre que haya un ambiente agradable en la compañía, «nuestros productos se verán beneficiados, y con ello, nuestros clientes». ¿Qué beneficios son ésos? Alarcón los resume en tres.

La ilusión es uno de ellos. Y es que hacer que el entorno sea más agradable viene acompañado de «la ilusión compartida de casi mil profesionales en transformar su entorno y la ilusión de los jefes de equipo en cuidar a todos y cada uno de los empleados».

Pero hay más; mucho más: pequeños detalles que «hacen grande un proyecto». Porque es trabajo de todos: de los mandos para hacer que los empleados trabajen «al unísono, como si de una orquesta se tratase»; de la posibilidad de acogerse al teletrabajo, de tomar decisiones de forma democrática y un largo etcétera. Aunque siempre serán eso, «detalles de un gran proyecto».

Comprometidos

Wolters Kluwer deja un hueco, además, al compromiso social. Y la forma en que lo ha hecho ha sido implicando a todos los empleados, que han conseguido plantar 20.000 árboles y han recopilado de sus casas 1.200 kilos de CD y DVD al año para convertirlos en plástico útil, entre otros logros que demuestran un gran compromiso con el medio ambiente. Y no sólo eso: el fomento del respeto pasa también por el de la generosidad, y en Wolters Kluwer pueden dar buena fe de ello.

Además de iniciativas como las donaciones de sangre, los clientes se han sumado a la redacción de cuentos infantiles para venderlos y recaudar, de esta manera, dinero para financiar un comedor en Guinea Ecuatorial.

En definitiva, «si en mi trabajo el ambiente es agradable, la relación con mi jefe es cordial, tengo retos todos los días que puedo alcanzar, me forman para hacer mi trabajo y me pagan en mercado, puedo decir que soy un afortunado», subraya Félix Alarcón. Y no hay duda de que se han puesto manos a la obra para conseguir que todos los empleados puedan hacer uso de esa máxima.

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