Puede parecer que la única diferencia entre una gran empresa y una pyme se encuentra en el tamaño. Las primeras son más grandes que las segundas y por eso creemos que nos ofrecen mejores oportunidades.

No siempre es así. Existen muchos tópicos, y cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.

  • Retribución. Casi todos creemos que en las grandes empresas se gana más dinero que en las pymes. Muchas veces es así, pero no siempre. El salario depende de la filosofía de la empresa y no del tamaño. Las que consideran que las personas son el motor de la compañía ofrecen salarios altos; las que se orientan principalmente a beneficios suelen pagar el mínimo que establece el convenio.
  • Estabilidad laboral. A no ser que el negocio vaya mal, en muchas pymes aún es posible hablar de trabajo asegurado para ‘toda la vida’. Las grandes empresas pueden cerrar centros de trabajo aunque den beneficios.
  • Posibilidades de promoción. En las grandes empresas hay más cargos intermedios y directivos que en las pymes. Cae por su peso que es más fácil ascender en las primeras que en las segundas. Pero el número de candidatos que compiten por la promoción también es mayor.
  • Ambiente de trabajo. Que sea bueno o malo no depende del tamaño de la empresa, sino de las relaciones entre las personas que trabajan en ella. Eso sí, en las pymes se trabaja más ‘en familia’. Los jefes suelen ser bastante flexibles si les pides algún favor como salir antes para hacer un recado o un adelanto del sueldo de forma puntual.
  • Desarrollo personal y profesional. Sin duda, este factor tiene mejores perspectivas en una gran empresa, donde hay más equipos de trabajo y más departamentos, que en una pyme. El contacto con ellos enriquece nuestros conocimientos y nos proporciona una visión más amplia de los negocios. Además, la mayoría de las grandes empresas ofrecen planes de formación a sus empleados.
  • Comunicación. Aunque el correo electrónico ha ‘democratizado’ la comunicación, ésta siempre es más fluida en una pyme. En muchas grandes empresas la comunicación se gestiona mal y eso suele ser fuente de conflictos.
  • Polivalencia. Se pide en todas las empresas. Has de ser un experto en una materia y un multifunciones en muchas otras. Pero en las pymes esto casi siempre se lleva al extremo: tienes que estar dispuesto a hacer de todo.
  • Beneficios sociales. Son un complemento del salario que se ofrece como elemento motivador: seguros de vida, participación en beneficios, tickets de descuentos en tiendas, etc. Sólo los suelen ofrecer las grandes compañías.

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