Los expertos aseguran que un 75% de los puestos
de trabajo que ofrecen las empresas no llegan a anunciarse nunca
ni en la prensa ni en Internet. Son un «mercado oculto» de ofertas
de empleo al que sólo se puede acceder a través de contactos
personales.
Los contactos siguen siendo una de las vías más
eficaces para buscar trabajo, pero hay que saber gestionarlos.

Ahí entra el concepto de networking, que podríamos
traducir como gestión de la red de contactos. Ante todo, debe
quedar claro que no hablamos de buscar a alguien que nos proporcione
el típico «enchufe», sino de establecer comunicación con personas
que nos den información útil
para encontrar un empleo.

Se calcula que una persona adulta tiene entre
1.500 y 3.000 contactos
, aunque no recuerde a muchos de ellos:
familiares, amigos, conocidos de la vida social, excompañeros
de trabajo, antiguos profesores, viejas amistades escolares?

Entonces, ¿Por dónde empezar? Desde luego, lo
que no hay que hacer es llamar a todas las personas que aparecen
en nuestra agenda y pedirles que nos avisen «si se enteran de
algo». El networking es bastante más complejo y debe organizarse
cuidadosamente.

Crear y extender la red

Lo primero es tener muy claro qué tipo de trabajos
nos interesan y qué formación, experiencia y habilidades podemos
ofrecer. A continuación, se empieza a trabajar la red. En primer
lugar, contactando con amigos, compañeros y conocidos que
por su situación socioprofesional puedan conocer ofertas de empleo
o informarnos sobre el mercado de trabajo en general (en qué empresas
hay más oportunidades, qué conocimientos se valoran más, dónde
van a surgir nuevos proyectos?).

Nuestra actitud no debe ser la del que pide un
trabajo por compasión, sino la de una persona interesada en
conocer el mercado de trabajo
en un sector concreto.

Es imprescindible llevar un registro detallado
de nuestras llamadas y reuniones y anotar la información obtenida
de cada persona y si hemos acordado volver a contactar con ella
en el futuro. Pero no hay que conformarse con los círculos más
próximos. El objetivo, sobre todo, es conseguir que estas personas
nos pongan en contacto con otras mejor situadas que puedan
informarnos sobre empresas y puestos de trabajo concretos.

Lo realmente importante, de hecho, es llegar
a conocer a profesionales en activo del mundo de la empresa, porque
ellos tienen más posibilidades de estar en contacto directo con
las personas con capacidad para contratar y son, por tanto, quienes
pueden hacernos de puente hacia un puesto de trabajo. En
ocasiones, nuestros conocidos nos llevan hasta estos profesionales,
pero no siempre es posible. Por eso conviene buscarles en sus
círculos habituales: ferias, salones, congresos, colegios y asociaciones
profesionales, conferencias, cursos, seminarios?

Frecuentar estos lugares, además, ayuda a encontrar
información
muy útil para la búsqueda de empleo y a familiarizarse
con el mundo profesional y empresarial.

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