Las ETT contratan trabajadores para cederlos a otras compañías de forma temporal y, en función de las necesidades del cliente, la cesión puede durar tan sólo un día o prolongarse durante varios meses. Pasado ese tiempo, alrededor del 30% o 35% de los profesionales cedidos son luego contratados directamente por la empresa usuaria, lo que significa que las ETT gestionan la contratación temporal que está justificada y son un puente a la contratación estable.

Para conseguir empleo a través de una ETT basta con registrar el CV en su página web o entregarlo personalmente en la oficina más próxima a nuestro domicilio. Algunas ETT sólo se ponen en contacto con los candidatos cuando un cliente les pide un perfil como el de la persona que ha registrado su candidatura. Otras convocan sistemáticamente a todos los profesionales que les dejan el currículum y se entrevistan con ellos para conocer a fondo su trayectoria profesional, su disponibilidad de horarios o sus preferencias laborales.

Condiciones económicas del trabajador cedido

El trabajador cedido por la ETT a una empresa usuaria cobra lo mismo que estaría cobrando si ésta lo contratara directamente. Esa es la gran novedad que introdujo la reforma que regula la ley de las ETT de 1999: la equiparación total de salarios.

El sueldo incluye de forma prorrateada las pagas y las vacaciones. Esto quiere decir que a final de mes un trabajador cedido por una empresa de trabajo temporal puede estar cobrando más que uno de plantilla con la misma categoría profesional, aun realizando funciones similares.

En realidad el salario es el mismo, pero el trabajador de la ETT cobra antes la parte que le corresponde de vacaciones y pagas porque no ha de esperar a que lleguen para percibirlas, sino que se le incluyen en el sueldo mensual.

La ETT no puede quedarse en ningún caso con una parte del salario del trabajador que cede, está prohibido por ley, pero si la persona detecta alguna irregularidad en este sentido debe denunciarla, pues ningún empleador puede cobrar a un empleado por darle trabajo.

Por otra parte, las ETT están obligadas a destinar una parte de su masa salarial a la formación de los trabajadores que ponen a disposición de las empresas. Esto significa que no sólo son un buen medio para encontrar trabajo, sino que además los profesionales a los que contratan pueden beneficiarse de la formación que imparten las empresas de trabajo temporal.

Selección de altos cargos

Si bien es cierto que en sus inicios la mayoría de ETT contrataban principalmente personal base para cederlo a sus clientes, desde hace algunos años llegan a sus oficinas currículums de técnicos, especialistas e incluso directivos. A los peones, auxiliares, manipuladores, reponedores y otros profesionales similares se han sumado los técnicos de calidad, asesores fiscales, médicos, consultores y directores de departamento, entre muchos otros. ¿La razón? La madurez del mercado, que se ha dado cuenta de que las ETT son empresas de servicios que trabajan con criterios de calidad y están preparadas para reclutar y seleccionar a todo tipo de profesionales.

De ahí que la mayoría de ETT haya creado divisiones especializadas en áreas como la tecnológica, la científica, la financiera, la comercial, la industrial y la administrativa. Además, muchas ETT forman parte de grandes grupos dedicados a ofrecer todo tipo de servicios relacionados con los recursos humanos.

Esto supone que también están integradas las empresas con actividades como la consultoría de RRHH, la selección de personal, la prevención de riesgos laborales, la formación, la gestión de carreras, el outplacement y la externalización de servicios de personal, entre otros.

Los retos de las ETT

La actividad de las ETT está plenamente consolidada en el mercado laboral español. Sin embargo, todavía son muchos los retos que se plantean a estas empresas. El más destacado es el de gestionar un mayor número de contratos temporales. Y es que se da la paradoja de que España es uno de los países europeos con una mayor tasa de temporalidad en el empleo y al mismo tiempo con una menor cuota de penetración de las empresas de trabajo temporal en relación con los países de su entorno.

Curiosamente, el mercado de trabajo español tiene una tasa de temporalidad en el empleo que ronda el 30%, cifra que duplica con creces la media europea y sin embargo las ETT tienen una cuota de mercado inferior al 1%, menos de la mitad que muchos países europeos, donde en algunos casos se gestiona hasta el 3%.

Los expertos en material de empleo aseguran que la reforma laboral va a contribuir positivamente a que las ETT aumenten su cuota de mercado. Según las previsiones del Informe AGETT del Mercado Laboral 2006, elaborado por el Servicio de Estudios de esta organización empresarial en colaboración con el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) de la Universidad Autónoma de Madrid, parece que la reforma laboral está siendo efectiva, al menos en el corto plazo, «pues asistimos a un mayor dinamismo de la contratación estable y la limitación de la temporalidad acausal, dejando paso a una mayor gestión por parte de las ETT, la cual es justificada y garantista», según se asegura en el informe.

Cambios en la legislación laboral

Uno de los efectos más positivos de la aplicación de la reforma laboral es el aumento de las contrataciones indefinidas para hacer frente a las necesidades productivas permanentes o estables de las empresas. Uno de los primeros cambios en la legislación laboral es que los contratos deben estar justificados.

En este contexto, adquirirán la condición de fijos aquellos trabajadores que en un período de 30 meses hubieran estado contratados durante un plazo superior a 24 meses para el mismo puesto de trabajo, en la misma empresa, mediante dos o más contratos temporales (sin contar los contratos formativos, de relevo e interinidad).

Otro cambio significativo es la exigencia de transparencia en la subcontratación de obras y servicios, estableciendo un sistema de información permanente a los representantes de trabajadores.

Por último, la nueva legislación contempla diversas medidas para dificultar al máximo la cesión ilegal de trabajadores con el fin de evitar situaciones abusivas.

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