Su labor es diseñar, fabricar, reparar y adaptar las dentaduras postizas y otros aparatos que sustituyen la falta de uno o varios dientes, así como la realización de los aparatos de ortodoncia para corregir las desviaciones en la dentadura.

El protésicodental, siempre titulado, realizará su trabajo mediante la utilización de productos, materiales, técnicas y procedimientos, por prescripción de un facultativo clínico, ya sea éste un odontólogo, un estomatólogo o un cirujano maxilofacial.

Por tanto, el protésico dental nunca puede dar por sí mismo una evaluación sobre las necesidades del paciente sino que su cometido es recibir las indicaciones del facultativo para, con posterioridad, realizar los aparatos, dentaduras postizas o piezas dentales a medida, adaptados a la boca de cada persona.

Y es que su labor tiene un elevado grado de precisión, pues debe crear e implantar un producto que no se realiza en serie sino que es totalmente original, hecho a mano y con la maquinaria como simple ayuda.

Por ello, la habilidad con las manos es una de las herramientas clave de un buen protésico dental, junto a la cualificación técnica adecuada que le permita tener unos conocimientos extensos y específicos sobre anatomía y funciones de la boca.

¿Qué formación necesita?

La ley que reconoció la profesión de protésico dental, en 1996, afirma que éste ‘tendrá plena capacidad y responsabilidad respecto a las prótesis que elabore o suministre, y que los laboratorios de prótesis dentales deberán ser dirigidos autónomamente por protésicos que se hallen en posesión del título de formación profesional de grado superior‘.

Ésta es la titulación que se exige a los profesionales, que se convierten en técnico superior en prótesis dentales. Los estudios se cursan a lo largo de 2.000 horas durante dos años en centros públicos y privados.

El plan de estudios se compone de ocho módulos teóricos y uno práctico, pues la habilidad y experiencia es muy valorada a la hora de encontrar trabajo.

En cuanto a los conocimientos teóricos, se imparten clases acerca de la organización y gestión de gabinetes, el diseño de aparatos de ortodoncia y prótesis (que pueden ser removibles, fijas o sobre implantes), la ortodoncia y los implantes, así como orientación laboral. No obstante, la formación suele completarse con cursos específicos sobre técnicas y materiales, que permiten un mayor dominio de la labor del protésico dental.

Qué perspectivas laborales tiene

El protésico dental está capacitado para trabajar por cuenta ajena, ocupando puestos de técnico o jefe en su área, o bien gestionando su propio laboratorio de prótesis dentales. Se calcula que el 90% de los laboratorios son pequeños (de uno o dos trabajadores), aunque también existen unos pocos laboratorios grandes y medianos.

Pero la salida más usual es el ejercicio profesional como autónomo. No obstante, se recomienda adquirir experiencia en algún laboratorio, donde siempre es más fácil aprender de otros profesionales, antes de establecerse a trabajar por cuenta propia.

Otra de las salidas profesionales es la docencia, ya sea en centros públicos o en las numerosas escuelas superiores de carácter privado que imparten estudios relacionados con la prótesis dental.

Perfil elaborado con la colaboración del Colegio Oficial de Protésicos Dentales de Castilla-La Mancha.

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