Las pruebas de selección de personal están avanzando tanto que, en algunas ocasiones, lo que podríamos considerar como algo más propio de la ficción, puede llegar a convertirse en algo real y tangible. Porque, por ejemplo, ¿Qué pensaría si le dijeran que las empresas pueden incorporar una resonancia magnética como una prueba más a lahora de decidir si el candidato es válido o no para el puesto ofertado?

Esto es lo que se deduce de un estudio realizado por el psicólogo estadounidense Turhan Canli, de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook. De la investigación realizada por este estudioso se extrae como conclusión que los resultados de un escáner pueden concluir cuál es la personalidad del sujeto analizado. Es decir, que dicha prueba podría sustituir a los clásicos tests psicotécnicos que, de igual forma, buscan definir la personalidad del candidato.

De esta forma, el estudio realizado por el doctor Canli afirma que, gracias al empleo de esta metodología, se puede llegar a saber si una persona es extrovertida, sociable, depresiva o más bien proclive a la ansiedad. Según sostiene en su investigación, «la extraversión y la neurosis se relacionan con diferencias en la actividad cerebral de cada individuo, activando regiones cerebrales específicas en cada caso».

Las conclusiones son muy interesantes, pero ¿en qué consistió exactamente el estudio llevado a cabo por Turhan Cali? Un total de catorce mujeres de edades comprendidas entre los 19 y los 42 años se sometieron a una serie de experimentos. ?stos consistían en mostrarles una serie de imágenes consideradas positivas y otras tantas consideradas negativas. Entre las primeras había fotografías de recién nacidos, una feliz pareja de enamorados, unos lindos cachorros, una hermosa puesta de sol o un helado que invitaba a comer. Entre lassegundas, las negativas, figuraban imágenes de armas, cementerios y animales desagradables o peligrosos: arañas, perros mostrando sus colmillos, serpientes…

Además de estas imágenes, también se les iban mostrando a los participantes una seriede palabras de carácter positivo y negativo. Cada una de ellas estaba escrita con un color diferente. Lo que ellos tenían que hacer era indicar, de la forma más rápida y precisa posible, el color en el que estaba escrita cada palabra.

En principio, el valor semántico de cada término era irrelevante en la prueba pero, sin embargo, el cerebro no las pasaba por alto. De este modo, las palabras negativas producían una mayor actividad cerebral que las neutras en aquella zona asociada con las experiencias emocionales y la conciencia.

Otra de las conclusiones de este estudio es que los cerebros de las personalidades más neuróticas se estimulan más ante imágenes desagradables, frente a los extrovertidos, más atraídos por objetos placenteros.

Hipótesis, de momento

La aplicación práctica de estos resultados a un proceso de selección de personal real es todavía una mera hipótesis, pero no se trata de una idea del todo descabellada. «Si conozco las condiciones en las que detecto cierto patrón de actividad, puedo predecir de manera bastante confiable los rasgos de personalidad de ese individuo», afirma el doctor Turhan Canli.

Respecto a la posible reticencia que pueda mostrar un candidato a someterse a este tipo de pruebas, los expertos sostienen que no tiene ningún efecto secundario y, en sólo 45 minutos, se llega a los mismos resultados que si realizásemos un test psicotécnico convencional.

Entonces, ¿por qué emplear una resonancia magnética en un proceso de selección de personal? Porque, aunque todos compartimos los mismos genes, en cada persona difieren de una forma muy sutil. De hecho, las investigaciones que los expertos realizan en la actualidad se orientan hacia el papel que tienen los genes en el desarrollo de la personalidad. Ellos son quienes nos hacen únicos.

Llegados a este punto, es inevitable plantearse la siguiente cuestión ética: ¿Qué pasará con la ética en la realización de este tipo de pruebas? Obviamente, cuando una persona se somete a una resonancia magnética, no sólo se podrá predecir su personalidad sino que existe la posibilidad de descubrir, por ejemplo, la existencia de un tumor. ¿Ventaja o inconveniente? ¿Y qué debería hacer la empresa contratante?

Todavía son muchas las cuestiones que quedan en el aire en relación con este tema. Pero antes de la aplicación práctica de este proceso, seguro que quedan resueltas. En cualquier caso, las empresas no dudarán en adoptar cualquier herramienta que les permita mejorar el proceso de selección de su personal, de tal forma que cada puesto se cubra con el candidato más válido para el mismo y que la compañía no pierda tiempo en la posterior puesta en marcha de nuevos procesos para el mismo puesto. Como en muchas otras cosas, las empresas dan un paso al frente para renovarse en la selección de personal.

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